Dos muertos, tres heridos graves y cuantiosos daños materiales causó el jueves un terremoto de 6,7 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, en la isla griega de Kos.
En el momento del temblor, que ocurrió alrededor de la 01:30 (19:30, hora en Argentina), las víctimas se encontraban en un bar cuyo techo se desplomó, informó el alcalde de Kos, Yorgos Kyritsis, citado por EFE.
Por su parte, el Instituto Geodinámico de Atenas indicó que el epicentro del temblor se situó apenas a 10 kilómetros de profundidad, entre las islas de Rodas y Kos, mientras que el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) indicó que alcanzó una magnitud de 6,7 grados.
El fenómeno causó pánico entre los habitantes y daños en muchas viviendas que fueron desalojadas por miedo a los efectos de posibles réplicas sobre las construcciones, además dejó un tercio del territorio insular sin electricidad.
De acuerdo a los datos del primer balance de daños, en la capital, Kos, se derrumbaron la iglesia de San Nicolás y parte de la mezquita en la Plaza de la Libertad y sufrió graves daños la iglesia de Aía Paraskevi. A la isla se desplazaron varios ministros, entre ellos el de Marina Mercante, Nektarios Santorini, quien señaló que el aeropuerto de Kos funciona con normalidad pero el puerto tiene muchos daños, lo que obligó a dos grandes ferris a atracar en dos islas cercanas.
El terremoto sucedió justo en el inicio de la temporada turística, pero según señalaron periodistas locales a la televisión pública griega, el ambiente entre los turistas es de relativa tranquilidad.
Poco después del sacudón inicial hubo una réplica de 5,1 grados a unos 26 kilómetros al norte de la isla de Leros en la misma profundidad focal, al que siguieron tres más de 4,6, 4,5 y 4,7 no muy lejos del primer temblor.
El temblor también se sintió en la provincia turca de Mugla en la costa egea de Turquía, aunque no causó por el momento daños de importancia, solo rajaduras en algunos edificios.