Siete de los 33 vehículos que les fueron confiscados a Sandra Jaquelina Vargas, la ex líder narco que permanece en prisión por varios delitos, fueron entregados a la Policía de Mendoza para que sean utilizados en la lucha contra el narcotráfico. Debido a que habían sufrido el robo de autopartes, están siendo reparados y en unos meses estarán operativos.
Cuando "La Yaqui" fue condenada a prisión -el 11 de mayo último- la Justicia resolvió que sus bienes fueran destinados a la Dirección General de Lucha contra el Narcotráfico y al Plan Provincial de Adicciones para "restaurar los daños causados a la sociedad y a las víctimas". Los bienes de la "organización" criminal que lideraba la mujer en el Oeste de Godoy Cruz fueron valuados en casi 7 millones de pesos.
De los 33 vehículos confiscados a la banda, sólo 14 llegaron a la playa de secuestros San Agustín. Y allí paulatinamente fueron perdiendo sus partes, como advirtió Los Andes en junio de este año. Por ese hecho el personal que tenía a su cargo el cuidado del predio fue desplazado. Se trata en su mayoría de autos y camionetas de alta gama a los que, luego se constató, les habían sacado sus ruedas, partes de los tableros, computadoras y otras autopartes.
En junio el ministro de Seguridad, Gianni Venier, admitía el problema y anunciaba la intervención de los registros de la playa para ordenar la caótica situación. Cinco meses después, la mitad de los vehículos secuestrados pasaron a la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico, aunque de momento no están operativos.
"Ya están bajo la órbita nuestra y se los está acondicionando y revisando para que estén en condiciones de funcionar", detalló a Los Andes el jefe de la División, Roberto Acosta.
El comisario admitió que a los rodados “les faltaban las ruedas y elementos pequeños como luces, faros y otras autopartes”. Las denuncias de los propios uniformados, que sacaron a la luz las irregularidades, incluso daban cuenta de que las computadoras de algunas camionetas habían sido sustraídas. De manera que poner en marcha a esos vehículos demandará una considerable inversión de dinero y tiempo.
A ello hay que sumarle el papeleo que implica el traspaso de esos bienes a la Fuerza. “Estamos realizando los trámites de verificación. Se implementa un sistema de posesión por parte del Ministerio de Seguridad para que cumplan con esas condiciones e ingresen al parque automotor policial. Eso va a demorar un par de meses”, estimó Acosta.
Las dos camionetas, tres autos y dos motos serán destinadas a tareas de inteligencia y seguimiento dentro de la división antinarcóticos. Por eso, Acosta prefirió no dar el detalle de las marcas y modelos. "Serán utilizados en tareas de encubierto y serán distribuidos por toda la provincia. Esos rodados van a ser utilizados para la lucha contra el narcotráfico", sentenció el titular de la Dirección General de Lucha contra el Narcotráfico.