Roque está parado, con la trompeta en las manos. Albertina, sentada, lo mira. Pero no lo mira a él, su papá, sino que está como cautivada por la trompeta. ¿Capta el sonido?
Busca esa entidad invisible, hecha de vibraciones, que los une. Porque sí: el sonido los une, además del ADN.
Los dos son Crescitelli: a él, con su trompeta, lo hemos visto muchas veces hacer pie en aguas infinitas, si es que el jazz -como dice Carlos Santana- es un océano. A ella, pianista clásica, no la vemos muy seguido (su carrera la desarrolla principalmente en el extranjero), aunque tiene un trabajo sólido como docente y aprovecha esta entrevista para prometernos que sí, que va a tocar más entre nosotros.
Hoy se les abre la sala mayor de la provincia para presentar “TrompeTango”, un trabajo que data de varios años, que se grabó a finales de 2013 en los Estudios Cosentino (Buenos Aires) y que ve la luz oficialmente hoy, un 9 de julio y a cinco días del aniversario de los 25 años de la muerte de Astor Piazzolla.
Su espíritu fluye en el repertorio ("Oblivion"), con los arreglos de la propia pianista, que también puso su lápiz al servicio de Tito Francia ("Sonata para piano"), del Gato Barbieri ("El último tango en París" y Cobián y Cadícamo ("Los mareados"). Además estrenará una pieza de autoría propia, "Alvaro".
¿Qué es el jazz? “La música clásica negra”, diría Nina Simone; “estar en el momento presente”, diría Herbie Hancock. ¿Y el tango? “Una posibilidad infinita”, según Marechal; “un pensamiento triste que se baila”, según Enrique Santos Discépolo. En estas aguas abarcadoras e inexactas, no es difícil ver que -en el siglo de las fusiones- puedan abrazarse muy bien, y que sientan especial simpatía. Así, junto a la música clásica (¿la madre?), será la zapada de esta noche.
Los protagonistas: junto a Albertina Crescitelli (piano, arreglos musicales, dirección musical y producción general), su padre Roque (trompeta, fliscorno), Juan Lázaro Méndolas (quenista virtuoso, ex Markama, que tocó con la histórica Liberation Music Orchestra de Charlie Haden), Lucas Altamore en violín (en el disco es el inglés Craig Stratton), Oscar Giunta (mendocino, el baterista número uno de la Argentina según muchos), Fabrizio Colombo en bandoneón (en el disco es Nicolás Perrone) y Jordi Clua (contrabajista español radicado en la provincia).
¿Pero cuándo empezó esta colaboración entre padre e hija? "Hace varios años, pero en nuestro corazón surgió mucho antes aún que en la realidad. Si tuviera que decirte la fecha exacta de cuándo empezó esto no podría", dice Albertina. Reconoce, sí, que decidió hacerlo cuando entró a un bar en Budapest (estudiaba en la Academia Liszt) y escuchó el sonido de una trompeta que la llevó en su cabeza al regazo de su padre.
"Ahí la nostalgia fue tremenda y me dije: 'Yo quiero tocar con mi papá'", confesó.
“Lamentablemente, el ser humano funciona así, y valoré muchísimo la conexión musical que tuve con él. Yo vengo del ámbito clásico y él del jazz, aunque hace tiempo ya que empecé a abrirme a otros estilos. Fue encontrarnos en medio de esos dos géneros que parecen antagónicos pero que de raíz son iguales”, asegura.
-¿Costó encontrar el punto medio?
- He tenido la suerte de contar con músicos verdaderamente geniales, si no hubiera contado con músicos así habría sido difícil. Si no está la capacidad de improvisación, no es posible.
-"La unión en la diversidad es lo que pide el mundo a gritos", escribís en la presentación del concierto.
- Lo que he intentado poner en palabras es que quise poner un granito de arena más en lo que está desde hace rato surgiendo en el mundo, no solo a nivel artístico sino intelectual: es hora de que se termine con las barreras de todo tipo, de religión, de cultura, etcétera…
- ¿Qué fue lo que pasó en el medio, entre la grabación y esta presentación?
- Miles de cosas. Cada uno de nosotros tiene un proyecto independiente, yo por ejemplo -que soy pianista clásica- he viajado, y además de eso es algo que lleva muchísimo tiempo. Es una producción independiente. Lleva su tiempo.
Y les cae un 9 de julio justamente: “Eso sí, ha sido un regalo del cielo”, dice. Es que, además, quisieron presentarlo primeramente aquí en Argentina, antes de llevarlo por Europa.
"TrompeTango" Fecha y hora: Hoy a las, 21. Lugar: Teatro Independencia (Chile y Espejo). Entrada: $150.
-También llegó cerca de un homenaje a Piazzolla, que siempre estuvo parado entre lo clásico y lo popular.
- Él tuvo búsquedas muy intensas por ese lado. Todos saben la anécdota de cuando él encontró a Gardel, él comenzó a conocer el tango después, en Estados Unidos, entonces es un tango muy influenciado por el jazz, y también por la música académica, porque estudió con Nadia Boulanger (N. del R.: maestra de personalidades tan diversas como Daniel Barenboim, Copland, Glass, Menotti y Gismonti).
- ¿Cómo es tu relación con Piazzolla?
- Es muy subjetivo poder hablar de un compositor, porque cada uno de ellos le cae a una persona de diferentes lugares. Y también hay épocas, siendo sincera.
- ¿En tu caso?
- Para mí es único justamente por todo lo que hablábamos: por toda la fusión que genera. No es el tango típico, es internacional. Coincide eso que veníamos hablando de que las barreras están caídas hace tiempo. La música de él es la música de todos.
- ¿Creés que él es el compositor nacional?
- Largamente es el más conocido, en este momento y desde hace varios años, pero no sé si es el más representativo.
- ¿Cuál es el límite?
- Es una pregunta para la que tendría que investigar y pensar más. Si nos referimos a lo rítmico y melódico, yo te diría que más representativo puede ser Ginastera o Guastavino. Dentro de lo que son los compositores académicos, porque después tenemos un montón de compositores de folclore altamente desarrollados. Por ejemplo Tito Francia, que va a estar dentro del disco, muy muy representativo.
- Ya que lo recordás, ¿es cierto que él trajo el jazz a Mendoza, o que lo fusionó? Había leído que tu papá decía eso…
- Sí, mi papi es un jazzero, asique todos los músicos que él ama va a decir que son jazz (risas).
- Es que, además, ¿qué es el jazz?
- Un poco de razón tiene, depende de qué piense uno sobre qué es el jazz: si es el jazz desde la libertad y la improvisación, desde la posibilidad infinita de creación que tiene el género, claramente Tito Francia lo era, y también Mozart.
Francia marcó hitos muy importantes de nuestra música, que creo que todavía no están siendo valorados como deberían ser. Él ha sido reconocido más en muerte que en vida, como pasa frecuentemente; pero todavía tiene que ser más reconocido.
La ficha
Gala del 9 de julio
"TrompeTango"
Fecha y hora: Hoy a las, 21.
Lugar: Teatro Independencia (Chile y Espejo).
Entrada: $150.