El máximo dirigente del Mensana, Fernando Porretta, estuvo ayer presente en el escenario entrerriano y observó las alternativas del encuentro en una de las plateas destinadas a los directivos.
Pero quedó claro que el resultado ante la Juve, el cual se sumó a la caída 5-1 en Misiones y la derrota en el clásico del pasado miércoles, no le cayó para nada bien. Inmediatamente finalizado el encuentro se dirigió a su auto personal y emprendió el regreso hacia nuestra provincia.
Cuando Más Deportes se acercó a la zona de vestuarios para requerir su palabra informaron que ya se había marchado. Porretta habría estado apurado para llegar al aeropuerto. La delegación, mientras, a cargo de Sergio Lorenzo, emprendió anoche el viaje de regreso a nuestra provincia.
Sergio Arias, por su parte, fue el último miembro de la delegación en salir del vestuario visitante, optó por llamarse al silencio y mediante los responsables de prensa del club informó que no iba a hablar con los medios que estaban presentes en la puerta de un vestuario silencioso.
Es cierto, falta mucho, pero la actualidad no es la mejor y estos hechos lo ratifican. El próximo domingo, a las 16, ante Patronato de Paraná, el Mensana saldrá con todas sus urgencias a cuestas para sumar de a tres puntos. Está en zona roja. Y, lo peor, parece haber perdido el rumbo.