"Bufón" es un unipersonal de impronta clown bufonesca. Hay una princesa devenida en andrajos exuberantes entre un castillo de goma espuma vieja y hay una corte en sus butacas que encuentra el entretenimiento pactado.
Es que claro, como buena bufona, ella nos hará reír pero la carcajada irá más allá del reflejo cómico. “Bufón” es más bien una constante de acertados e ingeniosos golpes contra el estado naturalizado de las cosas, sus anquilosadas instituciones y, hasta incluso, el propio teatro.
La obra ya está en plena gira. La vimos en la Fiesta Nacional del Teatro en Tucumán y luego fue seleccionada para conformar el Circuito Teatral. En ese marco, llega a Mendoza habiendo pasado antes por Formosa, Misiones y Corrientes. ¿Cuál es la relación que se viene dando con los diferentes públicos?
“Bufón” los pincha, logra provocar en el sentido más amoroso del término. Como el espectáculo desarrolla dinámica de tiempo real en su vínculo con el público, todo lo que sucede está en gran medida programado y al mismo tiempo está abierto al dialogo con el espectador de esa comunidad en particular, esa noche en particular.
Uno de los desafíos es combinar ambas cosas: el azar y el diseño y ahí se luce la técnica y talento de la actriz Julieta Daga que es la encargada de sintonizar con las características del público de ese momento. Gracias a ese trabajo es que la obra está teniendo un derrotero interesante por la Argentina.
-Como espectadores, encontramos gran dinamismo en el texto y las acciones. ¿Cómo fue el proceso por el que se le dio contenido y forma a "Bufón"?
-La propuesta inicial parte de Julieta quien trabaja una técnica de actuación específica que es el clown vinculado al bufón como suerte de payaso oscuro.
Desde ahí, empezamos a trabajar improvisando en base a finas coordenadas dramatúrgicas relacionadas a los distintos relatos que circulan sobre lo femenino en tanto aparatos de adoctrinamiento que enseñan a una mujer como ser mujer en un sentido perverso de acondicionamiento social.
Por el lado de la forma, buscamos dejar latente la idea de que el verdadero monarca de la corte, el blanco preferido de los dardos del bufón, es el público. Entonces, sentamos en la butaca de espectador al soberano en su trono y desde esa situación disparamos.
-Y específicamente en relación a la dramaturgia, ¿desde qué concepciones trabajaste? ¿Hay algo de dramaturgia del actor en esto?
-No creo en los conceptos de dramaturgia del actor, en el fondo expresan un campo de litigio, de poder simbólico sobre la autoría de los materiales.
No me interesan esas contiendas, me interesa pensar el teatro como una construcción colectiva. Nosotros tratamos que cuando el espectador entre a la sala, no descubra autoridades sino que se enfrente a la experiencia del espectáculo. Siempre pienso mi trabajo como director como la practica técnica de disolver bordes autorales, que ya no se sepa de quién es cada cosa.
n este caso, el proceso de producción se basó en diálogos que yo luego me encargué de escribir, de hacer la bajada a una dramaturgia. Julieta es una actriz excelente, una máquina de producir realidad asombrosa, con semejante generosidad mi trabajo fue escucharla y organizar.
-"Bufón" también da cuenta de esta postura contra hegemónica. Como argumentaron ustedes mismos allá en la Fiesta Nacional "se busca corroer lo que ya tienen las instituciones de amohosado y corrupto"
-Totalmente. En ese sentido el espectáculo es sumamente político desde su contenido y desde su forma. Es epistemológicamente político porque justamente, creemos que el teatro y la política son la misma cosa. Los temas son los que nos atraviesan a todos y el punto de vista es el de testimonios que buscan ser lo más auténtico posible sobre lo que a uno lo conmueve.
-En ese sentido, ¿qué pensás del teatro independiente? ¿Te convence como forma para poner visibilizar tu punto de vista?
-Yo defiendo profundamente el amateurismo. Lamentablemente, la idea de profesionalismo ha sido cooptada por el mercado donde solo se considera excelencia en un trabajo profesional.
Y en el campo del teatro independiente pasa un poco al revés. Ciertas estéticas solo pueden lograrse dentro del amateurismo que te mantiene en una relación de independencia de orden simbólico en relación al estado y al mercado.
Creo que ahí está la opción. Hay estéticas que nunca rendirían en el campo comercial a nivel de taquilla y hay otras que como ciudadanos, yo no financiaría. Hay algo en el teatro independiente que tiene que ver con el derroche, con la pérdida. No con acumulación sino con desborde. Ese tipo de estéticas solamente puede florecer por fuera del mercado y por fuera, relativamente, del ámbito estatal.
-En la presentación del Circuito Teatral a principios de setiembre, el Director Ejecutivo del INT, Marcelo Allasino, te destacó (junto a Manuel García Migani de Mendoza y Darío Levin de Río Negro) como parte de los nuevos referentes de la dramaturgia nacional. ¿Coincidís con esta lectura?
-Creo que hay una cuestión etaria y generacional. Estamos llegando a cierto nivel de madurez en nuestro desarrollo, yo hago teatro desde hace 20 años. Evidentemente ese recorrido tiene algunos rendimientos a nivel de experiencia y de técnica.
Creo que sí, que hay una renovación pero la renovación es contaste, el teatro argentino es un teatro de un dinamismo, de un nivel de producción y color realmente impresionantes. El teatro independiente es un fenómeno inclusivo en nuestro país que si lo buscas en otro lado del mundo, te va a costar encontrarlo. Creo que acá, en Argentina el teatro goza de excelente salud.
Y vaya si goza de salud. Sólo por seguir el caso de Delprato, además de girar por el país con “Bufón”, mantiene en cartelera dos espectáculos: “Alegría”, primer capítulo del Ulises de James Joyce sacado de Dublín y llevado a la ciudad de Córdoba, parte de un “proyecto delirante” que busca adaptar la obra completa capítulo a capítulo y una versión de “Edipo Rey” de Sófocles trabajada con muñecos y actores.
Al mismo tiempo, está trabajando en “Número 7”, espectáculo basado en la investigación en torno a los números que busca “correrse de los ejes temáticos” para profundizar en las “referencias simbólicas, resonancias culturales y condiciones intrínsecas de los números como artefactos matemáticos”. Diez años atrás, Delprato había estrenado la primera parte de este proyecto, “Número 9” y con el siguiente, “Número 8” ganó la Fiesta Provincial en 2014.
Luciano Delprato. Dramaturgo, director, escenógrafo y titiritero. Director del grupo Organización Q, colectivo de artistas formado en 1997 especializado en la poética del teatro de objetos y muñecos para adultos. Integrante fundador del Teatro Minúsculo de Cámara abocado a la improvisación y al formato sitcom. Dirigió elencos oficiales y dicta talleres y clínicas de dirección en distintas ciudades del país. Es parte del espacio Documenta Escénica, centro de circulación e investigación teatral donde coproduce sus obras.
La ficha
Bufón
Día y Hora: Miércoles 28 de setiembre, 20.30
Lugar: Teatro Cajamarca (España 1767, Ciudad)
Público: adulto
Duración: 90'
Origen: Córdoba, Argentina
Género: Tragicómico / Clown
Intérprete: Julieta Daga
Escenografía: Luciano Delprato y Juliana Manarino Tachella
Música: Gerardo Schiavón
Diseño gráfico: Lucas Chami
Asistencia dramatúrgica: Marcos Cáceres
Producción general: María Paula Delprato
Dirección y autoría: Luciano Delprato
Programa
Festival Andino Internacional de Teatro
Hoy: Brassass en vivo, a las 16. "Lo que esconden los sombreros", a las 17. En Club Social y Deportivo El Plata - Radio Comunitaria La Leñera (Ruta 89 y Los Negritos, Las Vegas. Potrerillos). Gratis.
Lunes 26: "Les Souffleurs commandos poétiques", a las 21. Gratis. "La señorita Julia", a las 22. Teatro Independencia (Chile y Espejo).
Martes 27: "La Pilarcita". A las 20.30, en Teatro El Taller (Granaderos 1964). "Payasos en familia". A las 22, en el Espacio Le Parc (Mitre y Godoy Cruz, Guaymallén).
Entrada general: $50. Anticipadas en www.teatroenmendoza.com