Hay una comedia musical que, en pleno corazón de la Alameda, llena viernes tras viernes: desde su estreno, el 2 de junio pasado, “SorPresas” explota la taquilla del Teatro Tajamar. Al menos así hasta el viernes pasado, cuando pudimos comprobar que algunos quedaron afuera y otros, ya en la sala, comentaban que era la segunda vez que la veían. Y, para pagar reiteradas veces una misma entrada, el espectáculo debe valerlo...
Y “SorPresas” lo vale. No solo por su música y sus situaciones, sino también por las notables actuaciones que la defienden sobre la escena. Versión de “Nunsense” (de Dan Goggin, estrenada en 1985 en el off-Broadway), aquí conocemos a las cinco hermanas sobrevivientes del convento de Santos Lugares.
Todas están allí, en un escenario prestado, para montar un espectáculo que tiene como fin conseguir fondos para sepultar digna ¡y cristianamente! a cuatro compañeras suyas, que murieron con el resto de la congregación por tomar sopa envenenada. De entrada nos cuentan que, para conservarlas bien, las metieron en un freezer.
Pero si el marco es una historia debidamente simple y bizarra, lo que vemos en el escenario, a lo largo de casi dos horas, es un despliegue musical y actoral asombroso.
Es que, para darle forma a este show, las hermanas prepararon un número de lucimiento individual, que vemos en medio de una red de gags, celos, egos y malentendidos.
Así las vamos conociendo un poco mejor. David Laguna es la novicia más joven, Leo: tímida, boba, muy curiosa y dispuesta a mostrar sus aptitudes físicas para el ballet. David Páez construye una Sor Amnesia fresca, tan ingenua como entrañable y lista para impresionar con su atípica versatilidad vocal y perfecta entonación (es integrante de Lutherieces, nada menos). Rodrigo Navarro Sardá interpreta a una Madre Superiora irónica, harta de tratar no solo con sus compañeras, sino también con su trabajo; es que se hizo monja por “bocona”, según nos cuenta.
Darío Martínez como Sor Roberta no solo es la hermana que exprime nuestras carcajadas con su contundente mal humor, sino que también sabe mostrar que puede ser una explosión de energía si de ganar protagonismo se trata. Y más si el desafío viene acompañado con ráfagas de reggaetón.
Por su parte, Adrián Sorrentino como la hermana Humberta es un irresistible derroche de bilis, que refuerza con el gran oficio que trae: viene de años de café concert, de preparación como cantante y como bailarín, faceta en la que se luce debidamente con un calibrado número de tap.
Aquí no solo se suman el resto de las hermanas, sino que es la única intervención en escena del director del espectáculo, Aníbal Villa, que encarna a la cocinera malvada, Sor Soledad. Curiosamente, ella - que recibe los tickets en la entrada- es la primera sor que conocemos, con sonrisa clavada en la cara y una amabilidad tan extrema que sugiere una delirante hipocresía y puritanismo.
Pese a que todos son actores de primer nivel, “SorPresas” no se convierte en una batalla de egos, sino que vemos a un grupo orgánico, que se relaciona con naturalidad y que se potencia entre sí, en situaciones que van desde el humor negro al chiste más naif pero efectivo. Y todo lo disfrutan mucho, sí.
“SorPresas” (viernes) y “12 princesas en pugna” (sábados en el Teatro Selectro) son las dos comedias en tono paródico que pueden disfrutar los mendocinos todos los fines de semana de julio.
Ficha
"SorPresas", adaptación de la comedia musical de Dan Goggin.
Actúan Adrián Sorrentino, Darío Martínez, Rodrigo Navarro Sardá, David Laguna, David Páez y Aníbal Villa. Dirige Aníbal Villa.
Fecha y hora: todos los viernes de julio, a las 22.
Lugar: Teatro Tajamar (San Martín 1921, Paseo Alameda)
Entradas: $150
Calificación: Muy bueno
