Una tormenta de nieve con vientos huracanados paralizó el sábado la costa de Estados Unidos en el Atlántico al arrojar hasta un metro (3 pies) de nieve, lo que dejó varados a miles de viajeros y frenó la actividad en Washington y Nueva York .
Después de días de advertencias, la mayoría de los 80 millones de habitantes amenazados por la tormenta hicieron caso a las exhortaciones de que permanecieran en sus casas, y las calles y carreteras estaban casi desiertas. Sin embargo, al menos 20 fallecimientos fueron relacionados con la inclemencia del clima, la mayor parte a consecuencia de accidentes de tránsito, aunque varias personas también murieron mientras paleaban nieve.
El sistema era gigantesco: nevó desde la costa del Golfo de México hasta New England. Al comenzar la tarde, algunas áreas cercanas a Washington habían superado los 76 centímetros (30 pulgadas) de nieve, de acuerdo con los totales recabados por el servicio meteorológico. La mayor cantidad cayó en el condado Berkeley, en West Virginia, donde se registraron 83 centímetros (33 pulgadas).
Además de nieve y vientos huracanados, el Servicio Meteorológico Nacional pronosticó un centímetro de hielo (media pulgada) en las Carolinas y posibles inundaciones en la región central de la costa del Atlántico.
La nevada obligó a los meteorólogos a modificar sus pronósticos para Nueva York y localidades al norte.
“Esta es una especie de tormenta de nieve de tipo 10”, dijo el experto en tormentas Paul Kocin, quien es coautor de dos libros sobre el tema. Y agregó que para Nueva York y Washington parece nivel 5.
“Es grande”, afirmó.