Entre luces y sombras. Así vive Mendoza este fin de año deportivo. Mientras, en casa, hay varias cosas que se resuelven con amateurismo propio de otras épocas, el planeta mira a la provincia por la organización de eventos deportivos que serán noticias mundiales a lo largo de la semana.
Así por ejemplo, los hinchas de Godoy Cruz son los que siguen haciendo milagros para reestructurar su estadio y los dirigentes juegan al misterio sobre la contratación de un técnico para su equipo, y estamos hablando de una institución que es admirada por muchos por haber sido la primera del interior del país en jugar varias Copas internacionales.
Otra noticia que hace pensar que Juan José Campanella podría filmar la segunda parte de Luna de Avellaneda es que Independiente Rivadavia tiene sólo 250 socios habilitados para poder votar al nuevo presidente.
Acá hay que destacar que esto es culpa de un arcaico estatuto, el que establece que sólo los hinchas plenos pueden sufragar y no los socios de fútbol, que hoy son muchos y que serían los que marcan el verdadero sentimiento del hincha. También es una locura que se necesiten 44 personas para llenar una lista.
Que no se haya cambiado en más de cien años, no hace más que mostrar que a muchos le conviene administrar la institución como una empresa familiar.
En este tipo de situaciones tienen que buscar los hinchas los magros resultados deportivos que viene teniendo el equipo desde hace bastante tiempo.
Habrá que celebrar la buena predisposición de los candidatos para revertir la situación y comenzar a enderezar el barco buscando una clasificación soñada. Hoy, la Lepra tiene un pasivo de 8 millones de pesos que pone en riesgo su institucionalidad.
Y si miramos un poco más abajo, hay que trabajar, y mucho, con los clubes que juegan el Federal B. Lo ocurrido la semana pasada, el escándalo con el que terminó el partido entre Luján y Atlético Argentino es una muestra de lo que los hinchas dicen en cada mesa de café: “Es imposible ir a la cancha”.
Acá no se habla de una entidad en particular sino de todas, que tienen un grupito de inadaptados que se sienten dueños de los clubes, y lo peor es que el escándalo en el Bajo dejó al descubierto que varios dirigentes estaban entre quienes tiraban piedras. Lamentable.
Un déjà vu que hace tiempo debería estar archivado.
En la marquesina. La misma Mendoza que sufre por estas situaciones enumeradas es admirada por tener en casa el Champions Trophy de hockey sobre césped, que tiene el plus de ser la despedida de Luciana Aymar, la mejor jugadora de la historia de ese deporte.
Un torneo que está apenas un escalón por debajo de un Mundial, ya que los ocho mejores equipos del planeta son los que participan en este certamen.
O por organizar la Ultramaratón del Aconcagua, un evento único -por sus características- para todos los amantes de las carreras aventura y que tenía inscriptos a 500 corredores de 15 países.
Aunque en estos dos casos también hubo manchas que deberíamos limpiar con celeridad.
En el caso del hockey, la Asociación Mendocina puso el grito en el cielo por no haber tenido participación en un acuerdo que se hizo directo con el gobierno provincial, y en lo que se refiere a la Ultramaratón, la suspensión del evento por un reclamo salarial de los guardaparques.
Esta actividad iba a tener una frutilla con la llegada de Killian Jornet, el hombre más destacado del mundo running, quien venía a buscar un récord, justamente queriendo vencer al Coloso de América.
También ha sido una buena noticia la vuelta a la provincia de los torneos internacionales de tenis, los que otorgan puntos para el ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP).
Serán dos y les sirven a nuestros jugadores para poder insertarse en el ámbito internacional, lo que de otra manera sería casi imposible. Es que la cotización del dólar hace que los viajes que se hacían en otra época se hagan cada vez más impensados.
También Mendoza es pionera en la instauración de algunos deportes en las escuelas, como son el ajedrez y el tenis de mesa. En el caso del juego ciencia, se enseña en 300 escuelas de la provincia, en las que está incluido en los planes de estudio.
Mientras que en lo que respecta al “ping pong”, el martes se aprobará la ley que obligará a que en todas las escuelas haya mesas para la práctica. Y hasta se sigue insistiendo con la declaración del deporte como un derecho, como lo son la salud y la educación.
Entre luces y sombras, así se vive este fin de año deportivo en Mendoza. Sin inclinar la balanza y manteniendo el equilibrio, resulta difícil poder describir su verdadero rostro. ¿Será el Dr. Jekyll o Mr. Hyde?
Maxi Salgado - Editor de Más Deportes - msalgado@losandes.com.ar