Es tiempo de acomodar las piezas. De tomar papel y lapicera para comenzar a confeccionar el plantel que afrontará el segundo semestre del año. En eso andan los dirigentes y el cuerpo técnico de Godoy Cruz, quienes vieron con buenos ojos las presentación de Armando Cooper en la victoria de Panamá el último jueves frente a Bolivia.
El volante por derecha tuvo un muy buen rendimiento en ese cotejo y en la Bodega estarían dispuestos a hacer un “tirito” para repatriar al futbolista de 28 años. Lo curioso del caso es que en sus etapas anteriores, el “Perco” no fue muy tenido en cuenta por los entrenadores y, en la mayoría de los mercados de pase, fue negociado con otras instituciones.
De hecho, en enero de 2015 le comunicaron que no iba a ser tenido en cuenta. Y a pesar de que tenía seis meses más de contrato, rescindió el vínculo de común acuerdo y Godoy Cruz pudo liberar un cupo de extranjeros.
En aquella ocasión, Cooper pasó al St. Pauli de la segunda división de Alemania o Bundesliga 2. y en dicho club firmó contrato hasta el 30 de junio del 2016 con opción a otro año. Utilizó la camiseta con el número 40.
Antes de ese final, el volante-delantero -nacido en la ciudad panameña de Colón- había pasado a préstamo durante una temporada al Otelul Galati de Rumania, donde convirtió dos goles y fue compañero del atacante mendocino (ex Godoy Cruz) Diego Sevillano.
Sin embargo, apenas 6 meses después, St. Pauli decidió despedir al panameño Armando Cooper por mala conducta. ¿Qué sucedió? El futbolista de 27 años no se presentó en tiempo y forma para comenzar la pretemporada con el equipo, tampoco respondió los llamados y apareció con varios días de demora. Cooper venía de ganar la medalla de bronce con su selección en la Copa de Oro de la Concacaf.
Finalmente, desde agosto de 2015, Cooper se encuentra en Árabe Unido, el club panameño que lo vio nacer futbolísticamente y con el cual ganó tres títulos. ¿Se subirá otra vez al Expreso?