Los fanáticos están ansiosos por la adaptación con actores reales del icónico manga de Masamune Shirow que dirige Rupert Sanders y que tiene fecha de estreno a finales de marzo.
Y para calmar la espera, hoy se lanzó un segundo trailer del filme, de casi tres minutos, que no hace otra cosa que expandir el despliegue visual y argumental de una de las historias de ciencia ficción cyberpunk más reconocidas de la cultura japonesa.
"Ghost in the Shell" narra la historia de The Major (Scarlett Johansson), un híbrido cyborg-humano femenino único en su especie, de operaciones especiales, que dirige un grupo operativo de élite llamado Sección 9.
Consagrada a detener a los extremistas y criminales más peligrosos, la Sección 9 se enfrenta a un enemigo cuyo objetivo principal consiste en anular los avances de Hanka Robotic en el campo de la ciber-tecnología.
Acompañan a Scarlett, los actores Michael Pitt, Juliette Binoche, Michael Wincott, Pilou Asbæk, Takeshi Kitano, Christopher Obi y Joseph Naufahu.
Esta es la tercera película del género de ciencia ficción de Johansson en la que aparece con el cabello negro. La primera fue la tremenda "Under the Skin" (2013) y luego le siguió "Lucy" (2014), aunque aquí su personaje se tiñe oscuro para esconder su identidad.
Una adaptación con polémica
La producción de esta película se encontró con la controversia sobre la opción para lanzar el papel principal de Motoko Kusanagi, The Major, (un personaje que tanto en la historieta como las anteriores películas animadas es una mujer japonesa), al eligir una blanca y rubia, es decir, Johansson.
En abril de 2016, cuando la productora Paramount Pictures lanzó la primera imagen promocional de Johansson con el personaje comenzaron a lloverle quejas, sobre todo en las conexiones on line de la compañía, pues la gente que protestaba por la elección "racista".
El enojo hacia su reparto se vio además exacerbado por los avances de prueba de Lola VFX, la compañía detrás de los efectos de envejecimiento del personaje en "El curioso caso de Benjamin Button" (2008), encargada de administrar pruebas de efectos visuales para que los actores blancos parezcan asiáticos. Estos efectos fueron inmediatamente rechazados por la productora y decidió continuar con incorporar más "blancos" a una historia ciento por ciento nipona.