Revelación que no sorprende

 Revelación que no sorprende
Revelación que no sorprende

No hay dudas de que Costa Rica es la sorpresa de esta Copa del Mundo. De los ocho equipos que quedan, es el único que no representa a las “potencias” europeas o sudamericanas. Y da que hablar.

Un escalón por debajo, algunos se animan a ubicar a Bélgica, aunque el mote de “revelación” lo traen desde antes de que comience la Copa y no debería sorprender a nadie que el próximo rival argentino esté donde está.

Una eliminatoria perfecta en su grupo de clasificación de la UEFA (obtuvo 26 de los 30 puntos en juego y terminó invicto, con 8 partidos ganados y dos empatados) lo llevaron a estar en Brasil 2014, después de dos ausencias mundialistas consecutivas (Alemania 2006 y Sudáfrica 2010). La clave de este equipo radica en grandes figuras que son desequilibrantes en sus equipos y en las ligas en las que participan, aunque tal vez sin el renombre de Iniesta, Ronaldo o el mismísimo Messi.

Bélgica es otro de los equipos que -al igual que Argentina- llega a cuartos de final sin haber siquiera empatado un sólo partido, con cuatro victorias en la misma cantidad de enfrentamientos. Sin embargo, un detalle resulta más que llamativo: teniendo en cuenta todos sus enfrentamientos en tierras brasileñas, la selección dirigida por Marc Wilmots ha estado arriba en el marcador durante apenas 51 minutos de los 390 que ha estado en cancha.

En su debut, contra Argelia, recién logró imponerse a partir del minuto 80 (2 a 1). Mientras que contra Rusia y Argelia, los goles de la victoria llegaron a los 88 y a los 78 minutos respectivamente. Y en Octavos, al igual que el equipo de Sabella, necesitó del suplementario para imponerse sobre Estados Unidos. Recién a los 93 minutos, Kevin De Bruyne pudo poner arriba a Bélgica, que terminó por imponerse 2 a 1.

Courtois (arquero campeón en España con el Atlético de Madrid de Simeone) y Kompany (estandarte de la defensa del Manchester City campeón en Inglaterra) son dos de los responsables de que los rojos hayan recibido sólo un par de goles en lo que va del mundial. Los rulos indomables de Fellaini, la velocidad de De Bruyne, el salvajismo de Hazard son tres símbolos del sólido mediocampo belga, quizás su mayor virtud. Y el oportunismo goleador de Lukaku también es otra clave.

Encontrándole la vuelta a estos temas del rival dentro de la cancha, manteniendo el nivel que Messi ha mostrado en lo que va del Mundial y Di María en el último partido y con la defensa concentrada como contra Suiza, Argentina puede animarse a seguir soñando.

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