“Red” con Julio Chávez: mucho más que una lección de teatro

En el teatro Plaza, el actor de “Farsantes” compuso al célebre Rothko en la etapa final de su vida. Un artista plástico que es interpelado por su ayudante, como una metáfora del amor-odio filial. Pieza maestra.

“Red” con Julio Chávez: mucho más que una lección de teatro
“Red” con Julio Chávez: mucho más que una lección de teatro

Qué se puede decir de Julio Chávez que no se haya dicho antes, incluido esto mismo. Chávez, como tanto se ha repetido de Ricardo Darín o, antes, de Alfredo Alcón, juega otro partido.

Es otra liga. Pero los pocos que han tenido esta estatura artística y esta fama, también corren con una desventaja. Sus espectáculos, sus películas, sus programas de tevé suelen ir por detrás de sus propios nombres. Ellos pueden dejar chiquito el escenario que pisan o minimizar la obra que repiten.

Por suerte, el de “Red” no es el caso... El actor de “Farsantes” interpreta aquí al célebre artista plástico neoyorquino Rothko (1903-1970), en la etapa final de su vida, frente a su ayudante (Ken, interpretado por Gerardo Otero), que es también una amenaza para todas las estructuras éticas y estéticas que el exponente del expresionismo abstracto construyó durante tantos años. Y así como Mark Rothko (cuyo verdadero nombre era Marcus Rothkowitz) hacía un culto del trabajo, el protagonista de la puesta se sometió al texto y lo vehiculizó con oficio maestro.

“Una lección de teatro”, dicen los afiches en la vía pública. Pues la lección es esta: Chávez logró que los mendocinos que colmaron la platea del Teatro Plaza (ayer y el viernes) no vieran a Chávez, porque él no hacía de Chávez, y consiguió que, con su inspirada versión del artista plástico, el diálogo que es el eje de la obra, cobrase una dimensión apabullante.

También hay que decir que el libro detrás de “Red” es magnífico. Lo firma John Logan, que ha sabido darle letra a grandes tanques cinematográficos, incluido varios del agente 007. Y en la dirección teatral se ubica uno de los mejores realizadores televisivos del momento, Daniel Barone. Éste es su debut sobre las tablas. Nítido y sensible.

¿”Red” es una obra sobre las artes plásticas? Sí, pero no. En el taller de Rothko, donde sucede todo, salen a la luz chismes y apelaciones sobre Jackson Pollock, Roy Lichtenstein o Andy Warhol. Pero también, se tocan temas filosóficos y vivencias que marcaron las vidas ásperas del afamado artista y su empleado, que también aspira a serlo. ¿Cuál es el color de la vida y el de la muerte? ¿Cuándo nacen y cuándo mueren las obras de arte? ¿Cuándo nacen y cuándo mueren los artistas? ¿Por qué los hijos están condenados a “matar” a los padres”?

Porque en el fondo, “Red” es una obra sobre los cruces generacionales. Sobre el amor filial, pero también sobre el deber del alumno de superar al maestro.

En este duelo dialéctico entre pintor-aprendiz, padre-hijo, se hilvanan historias del arte, enseñanzas de vida, apelaciones éticas y un final que no es ni predecible ni sorprendente. Es el final justo. El único posible. El que no te deja indiferente.

Ficha

Título: "Red" 
Género: drama
Autor: John Logan. Dirección: Daniel Barone. Con Julio Chávez y Gerardo Otero. Diseño de escenografía: Jorge Ferrari. Diseño de iluminación: Eli Sirlin. Diseño de vestuario: Mini Zuccheri. 
En Teatro Plazo de Godoy Cruz, ayer y el viernes pasado.
Calificación: Excelente

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