Pocos detalles han trascendido sobre cómo nació el amor entre esta pareja, que en sus 12 meses de relación se ha caracterizado por su discreción y su perfil bajo.
La prensa asegura que el flechazo surgió durante un acto benéfico en Italia, pero que el actor de 53 años tuvo que insistir para que Alamuddin, de 36 y que profesa la religión drusa, accediera a salir con él.
En octubre pasado fueron vistos por primera vez cenando en la Taverna Berners de Londres y seis meses después llegó la gran noticia, cuando Amal fue fotografiada luciendo un espectacular anillo de compromiso.
La pareja ha estado envuelta en una nube de rumores sobre la fecha y el lugar de la boda, hasta que el propio Clooney despejó las dudas al anunciar que se casarían en setiembre en Venecia.
“Amal, te quiero hasta la muerte y no puedo esperar más a convertirme en tu esposo”, declaró en público hace unas semanas.
"No me casaré nunca más"
Clooney celebró todos sus triunfos y se paseó por las alfombras rojas de medio mundo con un sinfín de novias, desde compañeras de profesión, modelos, presentadoras de televisión y deportistas. Y aunque juró que no volvería a casarse nunca más tras su matrimonio fallido con la actriz Talia Balsam (1989-1993) que "no se me dio muy bien", según dijo en diciembre, cambió de planes tras conocer a la bella libanesa.
Desde que se conocieron, ambos se han dedicado a disfrutar el uno del otro en lugares tan idílicos como Los Cabos (México), las islas Seychelles y la villa que Clooney tiene a orillas del lago Como, en su querida Italia.
La joven, que se instaló con su familia en el Reino Unido huyendo de la guerra civil en su país (1975-1990), estudió Derecho en la Universidad de Oxford e inició una prometedora carrera en el terreno de los derechos humanos.
Entre los clientes que defiende está el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, y la exprimera ministra ucraniana Yulia Timochenko. Su compromiso con la defensa de los derechos humanos ha sido sin duda uno de los aspectos que más ha unido a la pareja.
Clooney es conocido por su ferviente compromiso con los más desfavorecidos: en 2004 denunció la guerra de Irak, en 2010 recaudó fondos para las víctimas del terremoto de Haití y en 2012 fue detenido ante la embajada de Sudán en Washington por manifestarse contra el presidente Omar al Bashir.
Pero el actor está particularmente involucrado con las víctimas del genocidio de Darfur, a quien la pareja donará el dinero de la exclusiva boda, vendida a la revista Vogue.