La llamada generación dorada lleva diez años monopolizando la selección chilena con jugadores nacidos antes de 1990. El tema del recambio está presente hace rato en la selección chilena. Sin embargo, las alternativas a la generación dorada aparecen con cuentagotas y la segunda línea de la Roja no ha sido capaz de amagar a los titulares, por más de diez años, en un balance que preocupa el futuro del campeón de América.
Si se toma el año de nacimiento de los futbolistas para hacer un corte, considerando los jugadores utilizados por Juan Antonio Pizzi desde su llegada a la selección, el vaso comienza a vaciarse a partir de los nacidos en 1990, donde se empieza a marcar la salida de prácticamente todos los pilares del equipo, como Claudio Bravo, Gary Medel, Arturo Vidal y Alexis Sánchez.
La generación de los nacidos hasta 1990 tarde o temprano comenzará a dejar el equipo. Y detrás de ellos aparecen varias promesas, pero por lo general, jugadores que no han podido consolidarse en un club del exterior o en la misma selección. De aquí a diez años, otros nombres se llevarán el peso de las actuaciones internacionales. Y en esa coyuntura, será el momento de que jugadores como Cristopher Toselli, Erick Pulgar, Martín Rodríguez, Felipe Gutiérrez, Felipe Mora y Nicolás Castillo tomen la posta de los históricos. Hoy, con los menores de 23 años, ni siquiera se puede armar un equipo completo.
Arturo Vidal dijo que esperaba "jugar hasta los 40 años en la selección". Un consuelo para quienes ven comienzo del final de la historia más exitosa de la historia de la Roja, pero también una clarinada de alerta de cara al esperado recambio que sigue en compás de espera en la Roja.