El Emérito Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Cuyo, Carlos Becker, escribió en 1963 las falacias que se atribuyen al crédito, sus “milagros”, engaños, desengaños, y otros errores que traban los intercambios, es decir la actividad económica y su efecto, el desarrollo económico. Así decía:
“El crédito...constituye el campo preferido de la charlatanería y la superstición. Pocos son los problemas económicos que no se haya tratado de solucionar por su intermedio. El crédito será siempre un alivio cuando se lo consiga. Puede mitigar los efectos de los errores que se han cometido. Pero es impotente y aún contraproducente cuando los errores no se corrigen”.
“Si la confianza (credere) es la primera condición para la extensión del crédito, la estabilidad monetaria es la condición de esa confianza. Es esencial que ni deudor ni acreedor se aprovechen uno del otro. Por ello la regla de oro para la extensión del crédito (y del desarrollo económico) es la estabilidad del dinero y la confianza en tal estabilidad”.
Es así porque la estabilidad del dinero es el efecto de correctas normas económicas y equilibrio fiscal.
“...la fe y la confianza no pueden mantenerse si los individuos y los Estados no pagan lo que deben y gastan más de lo que tienen. Por evidente que esto pueda parecer, es necesario decirlo porque, en los últimos años, han surgido teorías según las cuales el pleno empleo o el desarrollo económico se deberían a los gastos y los déficits fiscales”.
“El crédito puede destruirse a sí mismo. Puede ser una de las causas de crisis y, sobre todo, largas depresiones”.
Un error común, inclusive de especialistas, es analizar la actividad económica a través de lo que se ve, cuando lo importante y trascendente es lo que no se ve. Lo que se ve es el efecto de la causa que lo produjo. Lo que no se ve son las causas, el origen del mal, que es lo que hay que atacar y corregir.
“Una moneda inestable es el principal obstáculo no sólo para la extensión del crédito sino, sobre todo, para su uso productivo”.
El crédito sólo es conveniente cuando la renta de su aplicación supera la del crédito. En consecuencia, los créditos para financiar gastos corrientes son perjudiciales para la economía social.
“Si bien es cierto que con un crédito de mero papel moneda pueden evitarse quebrantos de empresas particulares, no ocurre lo mismo con la economía en su conjunto. En la falsa generalización reside el error”.
Dicha errónea generalización sucede también en materia de costos fijos y variables que ocurren en las empresas pero no en la sociedad como un todo donde todos los costos son variables como lo demuestra la variedad de empresas, medios, ubicación y modos de producción. Dicha errónea generalización ha permitido que la teoría marginal priorice el esfuerzo a la necesidad y justifique el costo en la formación de los precios.
“La depreciación del dinero ha venido a ser un fenómeno general y crónico. Por ello resulta incomprensible el gran número de partidarios de las teorías extravagantes de Keynes en nuestro medio pues todo el edificio de ese autor parte de la hipótesis de una excesiva propensión a ahorrar de parte del público, locución por la cual entiende la abstención de gastar”.¨
“Cayó en la confusión entre el dinero y el capital, entre el símbolo de la riqueza y la riqueza misma. Entre el instrumento que sirve para medir o comparar los objetos y los objetos mismos, entre el instrumento más cómodo para acumular reservas y las reservas mismas”.
Es otra errónea generalización. El dinero es riqueza para los particulares pero no es para la sociedad como un todo. Para esta última es sólo moneda que sirve para facilitar los intercambios y medir las relaciones de bienes y servicios pero no es riqueza. Riqueza son los bienes existentes: el trigo, el lino, el maíz, la soja, el ganado, los vehículos, los edificios, el conocimiento, los medios de comunicación y transporte, etcétera.
“No es sostenible la opinión de que se debería desarrollar primero la economía para tener la moneda estable como resultado”.
“Esa política de desarrollo es falsa y contraproducente. La baja continua del poder adquisitivo del dinero y los déficits crónicos son signos manifiestos de un quebranto lento pero seguro de toda la economía. Si el dinero no se depreciara y si los presupuestos se equilibraran, el quebranto estaría a la vista de todo el mundo”.
El crédito implica ahorro previo, caso contrario es falso y perjudicial. Falso porque no se puede prestar lo que no se tiene y perjudicial porque crea moneda cuya consecuencia es inflación.
