¿Qué pasa con la igualdad en la cama?

Existe un mito que dice que la mejor relación sexual implica que ambos lleguen al clímax al mismo tiempo. Eso no es cierto: esta igualdad no es relevante en el sexo.

Por supuesto, lo ideal es que los dos lleguen juntos, pero por lo general eso no sucede. Muchas veces son las mujeres las que se quedan la noche en vela y acaban con las manos vacías, por decirlo de algún modo.

En inglés la situación tiene un nombre muy claro: “Orgasm Gap”, que viene del “Gender Pay Gap”, utilizado para decir que a las mujeres se les paga menos que a los hombres. Y, como se ve, esa injusticia no sólo se da en el ámbito laboral.

Ahora bien, si uno lee esto parecería que las mujeres nunca se sacian en la cama, y eso, a su vez, sería como pensar que el que no llega al orgasmo no lo ha disfrutado para nada. Pero no es necesariamente así.

“Esa es una idea muy masculina del sexo”, dice el sexólogo Jacobo Pastötter. Es pensar que la relación sexual consiste en excitación-erección-eyaculación y punto, sostiene el experto.

Pero la relación sexual en las mujeres no es tan lineal. La excitación no va necesariamente in crescendo todo el tiempo, puede tener pausas en el medio, alcanzar distintos niveles durante el acto, y el momento de mayor éxtasis tal vez no sea el orgasmo.

Otro de los preconceptos es pensar que la relación sexual consiste exclusivamente en la penetración. Muchos creen que todo “el resto” son juegos previos a la penetración y que ese es el verdadero momento en el que se tiene sexo.

Pero si se plantea así, obviamente no se le dará ni tiempo ni dedicación a la estimulación del clítoris, y eso hará que la posibilidad de que se produzca un orgasmo en la mujer sea mucho menor.

“Las mujeres padecen esos preconceptos equivocados de la sexualidad”, sostiene la sexóloga Carla Thiele. Ella asegura que la mujer en la cama está sometida a las mismas presiones de rendimiento que en otros ámbitos de la vida. ¿Por qué hay que pensar todo el tiempo si el otro va a llegar o no al orgasmo?

En realidad nadie le debe un orgasmo a nadie. Cada uno sabrá si le resulta muy importante y si quiere hacerlo depender tanto del otro.

Claro, hay mujeres que piensan: “¿Por qué él llega siempre y yo tengo que quedarme con las ganas? Yo también quiero, se lo voy a reclamar”.

Sin embargo, los reclamos en el ámbito sexual no suelen dar buenos resultados. Al menos eso dicen algunos especialistas, que recomiendan, en cambio, que las mujeres conozcan mejor sus cuerpos y busquen por sí mismas las mejores experiencias.

Además, y para no dejar de mencionarlo como último punto: hablar siempre es una gran posibilidad para mejorar las cosas.

Un estudio llevado a cabo a nivel mundial sobre los comportamientos sexuales indica que las mujeres y los hombres que están en pareja suelen tener menos dificultades en llegar al orgasmo que quienes no tienen una relación estable.

Por lo general, es más fácil hablar con alguien que uno conoce bien sobre lo que a uno le gusta, y no tanto con un one-night-stand.

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