Se acerca el 17 de abril y haremos pronto una nueva conmemoración del "Día del Malbec". Como bien se sabe se estableció ese día como el representativo de ese cepaje, pues su introductor desde Francia, el célebre Michel Aimé Pouget, fundó la quinta Agronómica de Mendoza.
Como ya hemos hablado en muchas oportunidades de esa rica historia me pareció más interesante ahora realizar un breve comentario sobre su presente y mejor aún sobre el futuro en lo que respecta a la selección vegetal de ésta, la variedad más emblemática de nuestro país.
Sólo como referencia debemos recordar que tiene muchos sinónimos como, entre los más conocidos, Cot y Auxerrois en su lugar de origen que es el sudoeste de Francia. (Denominación de Origen Cahors). Desde allí llegó a la zona de Ambères y Burdeos a mediados del siglo XVIII de la mano del Dr. Malbec, razón por la cual se la reconoce con ese nombre allí.
El malbec o malbeck llegó a ocupar más del 50% del encepado de la zona de St. Emilion antes de la llegada de la Filoxera. Desde allí Pouget la introdujo en Argentina y por eso aquí se la reconoció con ese nombre. Se la cultivó en “la rive-droite” o margen derecha es decir en la zona del Libournais donde se destacan Saint Emilion y Pomerol y no en la izquierda o zona del Medoc, pues es una variedad que, al igual que el Cabernet Franc, prefiere los suelos calcáreos a los ácidos.
En Argentina el malbec fue la variedad europea que más rápidamente se extendió llegando a las casi 50.000 hectáreas en Mendoza en el censo vitivinícola de 1968.
De esa gran extensión se originaron muchos tipos o grupos de individuos de características singulares y distintivas de malbec que justificaron y aún justifican su selección de acuerdo a sus distintas aptitudes para la producción y los tipos de vinos que producen.
Las selecciones masales
En la actualidad la Argentina cuenta con 38.500 hectáreas de malbec, (33.300 en Mendoza) de las cuales gran parte corresponden a selecciones masales, es decir aquellas provenientes de poblaciones locales y sin injertar sobre portainjertos americanos.
Cuando decimos selecciones locales nos referimos a individuos seleccionados dentro de los viñedos plantados en Mendoza con material que llegó a nuestro país desde Francia o desde Chile, a mediados del siglo XIX, es decir antes de la llegada de la Filoxera a Francia.
Esta población local es muy heterogénea en cuanto a su vigor, fertilidad o productividad e incluso en algunos aspectos morfológicos y, lo que es más importante, en sus cualidades enológicas. Tal como acontece en el pinot noir el malbec está citado como un cepaje de dimorfismo foliar, es decir individuos con hojas enteras y algunas trilobadas; brotes erectos o decumbentes.
Dichas diferencias pueden manifestarse incluso dentro de la misma planta. Por lo general y al igual que en otras variedades en las que se produce este fenómeno, los individuos de hojas más lobadas y porte más decumbente son menos productivos y de uvas de mejor calidad enológica que aquellos de hojas más enteras y brotes más erectos.
Incluso podemos destacar que dentro de las selecciones masales locales existen individuos en los que se observan pedúnculos rojos cerca de la madurez. Esos individuos citados en la bibliografía francesa como de “À queue rouge”, (o cola roja), son aquellos que tienen bayas de piel más gruesa o, lo que es lo mismo, más taninos y color.
Los objetivos de la selección masal son variados, pero en la mayoría de los casos las primeras selecciones se realizaron con el objetivo de conseguir individuos de mayor productividad. Es decir, eligiendo las cepas de mayor rendimiento, más y mayores racimos y menor corrimiento. Sin embargo existen otras en las que se privilegió la selección por aquellas plantas de producción más equilibrada, bayas más pequeñas, ricas en taninos o de pedúnculo rojo.
Existen varias selecciones masales locales. La mayoría de ellas llevan el nombre del lugar de donde se obtuvieron como Perdriel, Las Paredes, Las Compuertas, La Consulta, Lunlunta, etc. e incluso algunas, los nombres de las empresas de las que se extrajo el material.
Las selecciones clonales
Se llama selección clonal a aquella población cuyos individuos provienen de la multiplicación agámica de una planta o planta madre. Es decir, todos los individuos son exactamente iguales o contienen idéntica carga genética. Deberíamos dividir las selecciones clonales en las importadas o francesas y las locales.
Las selecciones clonales francesas
Fueron las que llegaron primero a nuestro país y a su vez deberíamos dividirlas en tres generaciones.
La selección clonal en Francia comenzó en la posguerra, desarrollada y fiscalizada por el ENTAV, siendo el objetivo principal el de conseguir viñedos más homogéneos, con buena productividad y tal vez lo más importante, conseguir una selección sanitaria, eliminando muchos de los virus que afectan este cultivo.
Los primeros clones de Francia fueron importados en 1989-90. Efectivamente en ese momento comencé con la importación de material clonal desde un vivero de Francia. El objetivo de aquella importación estaba lejos del malbec, pues en primer lugar buscaba buenos clones de variedades como pinot noir de Borgoña y Champaña, pues son muy diferentes en cuanto a su fertilidad y productividad, calidad de sus vinos e incluso desde el punto de vista morfológico; también chardonnay de Borgoña, merlot, cabernet sauvignon, riesling, etc.
Algunas variedades de mesa como red globe y también variedades que consideré importante cultivar en nuestro país como petit verdot, viognier y cabernet franc. En segundo lugar buscaba conseguir plantas que estuvieran injertadas sobre pies americanos o portainjertos resistentes a la Filoxera y a los nematodos, pues habíamos comenzado a plantar viñedos con riego por goteo y con ello se hacía más dudoso el control de las citadas plagas por parte del riego tradicional.
Los clones franceses de malbec podrían dividirse en tres etapas o generaciones. Los de la primera generación (seleccionados entre 1971-73), provenientes en su mayoría del Departamento de Lot (Cahors) entre los que se destacan el 46, 42, 594.
Los de segunda generación provenientes de Lot y también de Gironde, desde 1978 donde aparecen algunos clones más cualitativos como 595 y finalmente los de tercera generación el 1061 de 2001 y los clones logrados luego de 2009 donde se destacan 1127 y 1128. Estos dos últimos, seleccionados por su calidad enológica y aparentemente de gran tipicidad varietal.
En aquel momento se importó sólo el clon 46 ya que de los disponibles era considerado como uno de los mejores en calidad. Pero en nuestro medio se mostró siempre muy productivo. Los clones más modernos o de última generación no han llegado a nuestro país.
Clones de malbec realizados en Argentina
A partir de los años 90 el INTA realizó una selección clonal con objetivos productivos y también sanitarios. De esa selección se lograron varios clones, entre ellos Mb 9 INTA, Mb 12 INTA, Mb 18 INTA y Mb 27 INTA que llegaron a la etapa de multiplicación en 2011, pero que no se consiguen en los viveros en forma comercial.
También el vivero Mercier de Mendoza desarrolló una selección clonal. Como resultado se obtuvieron, a partir de 2010, clones como el 136, 501, 505, 506 y 713. Este último es el que se puede conseguir en forma comercial. También otras empresas desarrollaron sus selecciones clonales entre las que se destacan Catena y Tempus Alba.