Goles en contra hay miles en la historia del fútbol y habrán muchos más, pero como éste muy difícil. Un defensor convirtió un auto-gol cuando fue a abrazar a su arquero luego de que atajara un penal. Sí, leyó bien.
Emocionado por la fantástica respuesta de su compañero ante la pena máxima, el número 4 salió eyectado a felicitarlo y sin querer se llevó la pelota por delante y la mandó al fondo del arco. Insólito.
No te pierdas el gol en contra más absurdo de los últimos tiempos