¿Qué hacemos con San Juan?

Los sectores debaten qué hacer hacia el futuro en el acuerdo con San Juan. De todos modos, los ministros de las dos provincias se comunicaron y decidieron seguir conversando.

¿Qué hacemos con San Juan?

Luis Fermosel - la.fermosel@gmail.com

La polémica que se había desatado la semana pasada respecto de las diferencias con San Juan, bajó de tono en los últimos días. En esto tuvo mucho que ver la actitud de los dos ministros de Economía, que decidieron seguir conversando partiendo de la base de que el 20 por ciento que fija la ley, en caso de que no haya acuerdos, no está tan alejado de la realidad, ya que en un principio se hablaba de entre 22 y 24 por ciento de derivación a mosto, pero también se llegó a la conclusión de que la caída en la producción fue más importante que la prevista.

Uno de los que participó en la discusión anterior, Sergio Villanueva, de la Unión Vitivinícola Argentina, destacó que “las diferencias están superadas y tenemos que seguir conversando, porque el objetivo final es el mismo, que es la defensa de la industria”, asegurando entonces que “los ministros de Mendoza y de San Juan han demostrado estar a la altura de las circunstancias”.

Mucho más profundo fue Juan Carlos Pina, de Bodegas de Argentina, quien destacó que “la vitivinicultura argentina es una sola y cuenta con dos grandes protagonistas: Mendoza y San Juan. Sólo tenemos que sentarnos en torno a una mesa y debatir cuáles son los problemas del sector. En ese esquema, no podemos estar peleándonos entre nosotros porque constituimos el 90 por ciento de la actividad, con empresas que tienen intereses en las dos provincias”. Para Pina, habría que hacer un relevamiento de todos los productos de la industria y establecer también cuáles son los mercados, a los efectos de trabajar sobre aspectos propositivos”.

Con relación a la reconversión, destacó el dirigente que también debe ser motivo de las conversaciones. “Quizás San Juan considere oportuno trabajar sobre una reconversión hacia pasas, uva en fresco e inclusive hacia mosto, porque considera que hay mercados para ello, mientras nosotros ya tendríamos definido el perfil con la intención de reconvertir hacia variedades nobles. Nosotros (la entidad) estamos de acuerdo con la reconversión que impulsa Vaquié, porque podría darse el caso de uvas varietales en zonas muy productivas, que den 250 quintales por hectárea. Esas uvas -dijo- podrían ir destinadas a vinos de 20 a 30 dólares la caja, que es un mercado que se perdió y que debemos recuperar. En el caso del mercado interno, el consumidor local también se verá beneficiado porque estará tomando un malbec a un precio accesible”. Con relación al blanco escurrido, Pina señaló que el 45 por ciento del vino que se vende en el país es en tetra y de ese porcentaje, sólo el 30 por ciento es blanco escurrido, “de lo que se deduce que sólo el 13 por ciento del vino que se consume es blanco escurrido”.

Finalmente, Pina indicó que “no estamos en contra de nadie sino a favor de la industria. El acuerdo tiene 20 años y fue muy importante, pero así como en esas dos décadas se actualizó la industria, el acuerdo también tiene que ser actualizado. Por eso creemos que en 30 o 40 días, pasada la cosecha, debemos sentarnos a conversar”.

Mauro Sosa, del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este destacó por su parte que el acuerdo “ya cumplió su ciclo y debió ser actualizado hace por lo menos 10 años. No se trata de romper con San Juan sino de buscar acuerdos superadores, avanzando hacia un esquema de diversificación más amplio, que contemple diversas opciones de elaboración de productos que no tengan como destino el mercado interno y cuyo cumplimiento sea fiscalizado por el INV”. Dijo que la atípica cosecha demuestra que el acuerdo no es viable y que perjudica al productor, agregando que “tan devaluado está que hoy la mayor preocupación de quienes lo administran pasa por perfeccionar las acciones que permiten no cumplir el porcentaje”.

Formula una crítica al Gobierno provincial, indicando que “¿no ha reparado el Gobierno de Mendoza que tanto San Juan como el oasis Este, principales elaboradores de mosto es de donde srgen recurrentemente las voces más fuertes contra su continuidad?”, agregando que “nuestra postura sigue firme: debe derogarse la ley 6216/94 y acordar con San Juan un nuevo esquema que contenga a toda la cadena de valor vitivinícola, en el marco de una institucionalidad legitimada”.

El mercado

Más allá de la polémica, valdría señalar un tema que se debatió en los sectores de la industria. “El gran desafío que tenemos para este año es el precio”, dijo un bodeguero, quien señaló que las uvas varietales, como malbec o cabernet, no bajan de 10 pesos el kilo, según la zona “y las malbec del Valle de Uco están cotizándose a precios altos. Las tintas en general están rondando los 7 pesos”, indicó, para agregar que “como están las cosas, un tetra de tinto puede estar en las góndolas a 25 a 30 pesos, lo que puede llegar a provocar una caída en el consumo”.

Dijo que los estudios realizados en Buenos Aires advierten que este año las bebidas en general pueden llegar a tener una caída de un 8 por ciento en las ventas”, a lo que agregó que esas mismas investigaciones llegan a la conclusión de que también bajará la cantidad de gente que sale a comer a los restaurantes, que son uno de los generadores del consumo en vinos de gama media. El empresario destacó también que habrá que tener cuidado con el nivel de las exportaciones, en razón de que “no hay volumen y el que hay es muy caro, por lo que podemos llegar a perder competitividad. Es un año complicado y debemos tener mucho cuidado”, concluyó.

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