Normalmente el estado de nuestras uñas suele pasar desapercibido, a menos que surjan cambios drásticos que llamen nuestra atención. En este sentido es importante saber que las uñas pueden ofrecernos información esencial sobre nuestra salud, por lo que debemos estar atentos a la presencia de ciertas señales.
Uñas amarillas
Una de las principales causas de uñas amarillentas es una infección fúngica. A medida que la infección avanza, las uñas pueden retraerse y/o volverse más finas y quebradizas. En casos muy raros, las uñas amarillas indican una condición más seria, como puede ser un problema de tiroides, enfermedades de pulmón, diabetes o psoriasis.
Uñas rotas o agrietadas
Uñas secas y quebradizas que se rompen con facilidad pueden estar vinculadas a un problema de tiroides. Cuando estos signos se complementan con una coloración amarillenta es muy probable que se trate de hongos.
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