Por Thomas L. Friedman - Servicio de noticias The New York Times © 2017
El equipo de política exterior de Trump ha sido desorganizado y disperso en cuanto a qué hacer después en Siria: derrocar al régimen, intensificar la ayuda a los rebeldes o responder a cualquier ataque nuevo contra civiles inocentes. Sin embargo, cuando se les presiona, hay una idea en la que parece ser que todos en el equipo están de acuerdo: "La derrota del EIIL", como lo expresó el secretario de Estado, Rex Tillerson.
Bueno, me voy a permitir añadir algo a su confusión, formulando solo una pregunta: ¿por qué?
¿Por qué nuestro objetivo en este momento debe ser derrotar al Estado Islámico en Siria? Claro, el EIIL es detestable y es necesario erradicarlo. Sin embargo, ¿realmente, nos conviene estarnos concentrando exclusivamente en derrotar al EIIL en Siria en este momento?
Repasemos el razonamiento: de hecho, hay dos manifestaciones del EIIL.
Una es el "EIIL virtual". Es satánico, cruel y amorfo; divulga su ideología en internet. Tiene adherentes por toda Europa y el mundo musulmán. En mi opinión, ese EIIL es la amenaza primaria para nosotros porque ha encontrado formas de emitir hábilmente la ideología yihadista sunita que inspira y da permiso a esos musulmanes en las márgenes de la sociedad que se sienten humillados -desde Londres a París y a El Cairo- para recuperar su dignidad mediante asesinatos de inocentes, que acaparan titulares.
La otra encarnación es el "EIIL territorial". Todavía controla bolsones en el oeste de Irak y sectores más grandes en Siria. Su objetivo es derrotar al régimen de Bashar Asad en Siria -y a sus aliados rusos, iraníes y de Hesbolá-, y derrotar al régimen chiita, pro iraní, en Irak, remplazando a ambos con un califato.
Reto número uno: no solo el EIIL virtual, que tiene nodos por todo el mundo, no va a desaparecer, ni siquiera cuando se derrote al EIIL territorial, sino que yo creo que se hará todavía más virulento para ocultar el hecho de que ha perdido el califato territorial frente a sus archienemigos: el Irán chiita, Hesbolá, las milicias pro chiitas en Irak, el régimen pro chiita de Asad en Damasco y Rusia, por no hablar de Estados Unidos.
Reto número dos: el objetivo de Estados Unidos en Siria es generar suficiente presión sobre Assad, Rusia, Irán y Hesbolá para que negocien un acuerdo de poder compartido con los musulmanes sunitas moderados por el cual también salga tranquilamente Asad del poder. Una forma de hacer eso sería que la OTAN establezca una zona segura de exclusión aérea alrededor de la provincia de Idlib, donde se han reunido muchos de los rebeldes anti-Asad y donde éste lanzó recientemente su gas venenoso sobre los civiles. Sin embargo, es evidente que el Congreso y la población estadounidenses son recelosos al respecto.
Entonces, ¿qué otra cosa podríamos hacer? Podríamos incrementar drásticamente nuestra ayuda militar a los rebeldes anti-Asad, dándoles suficientes misiles antitanques y antiaéreos para amenazar a los helicópteros y aviones de combate rusos, iraníes, de Hesbolá y sirios, y hacerlos sangrar, quizá lo suficiente para que quieran abrir negociaciones. A mí me parece bien.
¿Qué más? Simplemente, podríamos tomar distancia del combate al EIIL territorial en Siria y hacer que sea totalmente un problema para Irán, Rusia, Hesbolá y Asad. Después de todo, ellos son los sobreextendidos en Siria, no nosotros. Hacerlos pelear una guerra de dos frentes - los rebeldes moderados por un lado y el EIIL por el otro. Si derrotamos al EIIL territorial en Siria ahora, solo reduciremos la presión sobre Asad, Irán, Rusia y Hesbolá, y les permitiremos dedicar todos sus recursos para aplastar a los últimos rebeldes moderados en Idlib, sin que compartan el poder con ellos.
No entiendo. El presidente Donald Trump está ofreciendo derrotar al EIIL en Siria gratis y después dar el giro para fortalecer a los rebeldes anti-Assad moderados. ¿Por qué? ¿Cuándo fue la última vez que Trump hizo algo gratuitamente? ¿Cuándo fue la última vez que Trump hizo una transacción inmobiliaria en la que se ofreciera a limpiar un vertedero de desechos tóxicos -gratis- antes de negociar el precio con el dueño del campo de golf adyacente?
Es tiempo de que Trump sea Trump - totalmente cínico e impredecible. En este momento, el EIIL es la mayor amenaza para Irán, Hesbolá, Rusia y las milicias iraníes pro chiitas - porque es una organización terrorista sunita que juega sucio, como Irán y Rusia.
Trump debería querer derrotar al EIIL en Irak. ¿Pero en Siria? No de a gratis, ahora no. En Siria, Trump debería dejar que el EIIL sea el dolor de cabeza de Irán, Hesbolá y Rusia, de la misma forma en la que alentamos a los combatientes muyahidines a explotar a Rusia en Afganistán.
Sí, en el largo plazo, queremos aplastar al EIIL en todas partes, pero la única forma de aplastarlo y mantenerlo aplastado en el suelo es si tenemos a sunitas moderados en Siria e Irak que puedan y estén dispuestos a remplazarlo. Y solo surgirán si hay verdaderos acuerdos de poder compartido en Siria e Irak - y eso solo sucederá si Asad, Rusia, Irán y Hesbolá sienten la presión para compartir el poder.
Y ya que estoy en esto, ¿dónde están las transmisiones en Twitter de Trump cuando se necesitan? Deberían estar tuiteando este mensaje todos los días: "Rusia, Irán y Hesbolá se han convertido en los protectores del régimen sirio que usa gas venenoso contra los bebés! ¡Bebés! Rusia, Irán, Hesbolá, Asad; facilitadores del gas venenoso. Triste".
¡No dejen que se libren! Necesitamos hacerlos reconocer aquello en lo que se han convertido; en facilitadores de una Siria que usa gas venenoso contra los niños. Aunque parezca mentira, no les gustará que se los etiquete así. Trump necesita usar su transmisión mundial en Twitter en forma estratégica. Barack Obama nunca jugó esta carta. Trump necesita ponerla con fuerza sobre la mesa a diario. Crea influencia.
Siria no es un club de tejido. Todos allá juegan sucio, arteramente y sin misericordia. ¿Dónde está ese Trump cuando lo necesitamos?
