No todo lo que brilla es oro y no todo líquido hidrata, muchas veces se ingieren bebidas para lograr la hidratación y lo único que se logra es llenar el cuerpo de azúcares, colorantes y conservantes en lugar de hidratarlo, es necesario beber dos litros de agua diarios para lograr la correcta hidratación del organismo.
Un cuerpo debidamente hidratado no sólo luce una piel más sana y ojos brillantes sino que también rinde más físicamente, piensa con mayor agilidad, se siente más vital y energético y previene enfermedades reforzando el sistema inmunológico.
Mantener al cuerpo hidratado de manera adecuada marca la diferencia desde el primer momento. Si tomar sólo agua resulta insípido o es una tarea difícil se le pueden agregar rodajas de limón, hojas de albahaca, trozos de pepino o menta para mejorar el aroma y darle un toque de sabor.