Hace 12.000 años que la planta del cannabis es fuente de alimentos, fibra, diversión y medicina. Los cannabinoides que son las sustancias medicinales que produce la planta, interactúan con las moléculas receptoras de la proteína de nuestro sistema corporal.
El cannabis se ha dividido en dos especies: sativa e indica, y la medicina está en la resina ya que la planta produce una cantidad de tricomas glandulares entallados y en estos pelos segregan la resina que es la sustancia medicinal y está compuesta por terpenoides, grasas y cannabinoides. La planta produce más de 700 compuestos químicos de los cuales los más conocidos son el THC (tetrahidrocannabinol) y el CBD.
El cannabis es una sustancia cuyo nivel de toxicidad es particularmente inexistente, pero en nuestros cuerpos imita algunas de las moléculas reguladoras que producimos y el sistema endocannabinoide -al interactuar con el cannabis- cumple una función clave en la regulación del dolor, del apetito, de las funciones inmunológicas y de una docena de otros procesos internos.
Hoy el resultado de investigaciones y de evidencias empíricas con pacientes que padecen diferentes dolencias ha llegado a identificar que los cannabinoides son útiles para tratar patologías como: epilepsias (fundamentalmente las refractarias, logrando un alto control de las convulsiones), VIH, cáncer, fibromialgia, autismo, diabetes, esclerosis múltiple, Alzheimer, artritis reumática, fibromialgia, pérdida de peso y debilidad extrema, espasmos musculares severos, enfermedad de Crohn, entre otras. Impacta sobre el dolor, el humor, el sueño y el apetito.
Cannabis se puede ingerir en diferentes formas: fumado, vaporizado, cocinado en alimentos, en gotas sublinguales, en cremas, aceites, jabones, geles etc. Las dosis y la vía de administración debe ser hechas por un médico y varían según la patología a tratar y el proceso específico en el que se encuentra la enfermedad. Su uso es complementario a tratamientos y puede ser en forma crónica o como un paliativo o esporádica.
En Argentina se dio un gran paso en aprobar la Ley Nacional para el Uso Medicinal 27.350 que, a la brevedad, será reglamentada y permite la investigación, tratamiento y producción de cannabis, aunque tiene un margen muy limitado en las patologías que incluye.
Asociaciones civiles como la Red Argentina de Personas con VIH/SIDA (Redar+) están formalizando la realización de protocolos de investigación para generar más cantidad y mejor información en estudios en personas con diferentes patologías.