En la continuidad del “megajuicio” que, por delitos de lesa humanidad se sigue a los ex jueces Luis Miret, Guillermo Petra Recabarren, Evaristo Carrizo y Otilio Roque Romano, junto a militares y policías que cumplían funciones en la década del ‘70, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de Mendoza, ocupó toda la mañana en escuchar la continuidad de su declaración que había comenzado la semana pasada en el marco de la audiencia número 105.
Ahora Romano, quien fuera integrante de la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza, reiteró el concepto de anacronismo que “invalida el derecho de defensa por el tiempo transcurrido”, recordando que ahora fue el propio Papa Francisco quien, durante su visita al Congreso de los Estados Unidos, aseguró que “es difícil juzgar hechos del pasado”.
Después dejó de lado el relato sobre su pasado personal y profesional (más de 40 años en la Justicia Federal), para tratar de rebatir las acusaciones del juez (Walter) Bento, por las que “me mandó acá”, en clara referencia su alojamiento en el penal de San Felipe, mientras que sobre el fiscal (Dante) Vega, hizo referencia al “armado” de las causas con un claro “sentido político, toda vez que pertenece a Justicia Legítima y sigue las indicaciones que le da Gils Carbó”.
Después de reiterar que en este juicio “se ha dejado de lado la presunción de inocencia”, relató que fue imputado de homicidio, torturas y violación, por hechos cometidos en aquellos años, pero se dejó fuera de la acusación a otros fiscales, oportunidad en que mencionó a Carlos Fuego, Díaz Araujo y Peñaloza porque tenían “menos de once causas”. Se preguntó dónde está escrito que ése sea el límite para acusar o no.
Rescató varios fallos del más alto Tribunal y para graficar la situación imperante durante el gobierno militar, en el que hubo 21.642 atentados terroristas, hizo referencia a una nota de Los Andes, cuando se escribió que “en aquellos años explotaba una bomba cada 3 horas”. También citó párrafos del fiscal Vega donde hablaba de un sistema “clandestino”, orquestado por el gobierno militar.
Más adelante hizo referencia a algunos testigos “instigados” aportados al debate que “sólo recordaban el nombre de Romano y nada más”.
Finalmente, “desafió” al Ministerio Público para que encuentren un “solo documento” que indique que, como fiscal, haya tomado una sola declaración fuera de la sede judicial, es decir “en alguna cárcel o penal”.
Tras un cuarto intermedio, Romano extendió su declaración hasta pasadas las 14, oportunidad en que anunció que continuará hoy.