Más de 200 mil personas marcharon al Congreso para pedir el fin de los femicidios

En Buenos Aires se concentró la mayor cantidad de manifestantes. En distintas ciudades del país también hubo movilizaciones callejeras.

Más de 200 mil personas marcharon al Congreso para pedir el fin de los femicidios
Más de 200 mil personas marcharon al Congreso para pedir el fin de los femicidios

Más de 200 mil personas se concentraron hoy en las inmediaciones del Congreso de la Nación y bajo la consigna #NiUnaMenos pidieron la implementación de políticas integrales entre todos los poderes y jurisdicciones del Estado para para decirle basta a los femicidios y a la violencia de género, una problemática que "atraviesa todas las clases sociales, credos e ideologías".

En una manifestación con mayoría de mujeres pero con gran presencia de hombres, familias, militantes políticos, personalidades de la cultura y del espectáculo, los participantes le pusieron el cuerpo a un reclamo cuyo eje quedó plasmado en un documento que fue leído desde el escenario por el actor Juan Minujín.

"En 2008 mataron una mujer cada 40 horas; en 2014, cada 30. En esos 7 años, los medios publicaron noticias sobre 1.808 femicidios. ¿Cuántas mujeres murieron asesinadas sólo por ser mujeres en 2015? No lo sabemos. Pero sí sabemos que tenemos que decir basta", leyó el actor.

"En estos años, los femicidios dejaron cerca de 1500 niñas y niños huérfanos y algunos de ellos están obligados a convivir con los asesinos. El problema es de todos y de todas. La solución hay que construirla en conjunto. Necesitamos sumar compromisos para cambiar una cultura que tiende a pensar a la mujer como objeto de consumo y descarte y no como una persona autónoma", continuó.

El documento elaborado por las organizadoras de la concentración que según la Policía Federal reunió a más 200 mil personas en la ciudad y se replicó en otras 80 de todo el país, hizo hincapié en la dimensión cultural que tiene la violencia contra las mujeres.

"El femicidio es la forma más extrema de esa violencia y atraviesa todas las clases sociales, credos e ideologías: Pero la palabra 'femicidio' es, además, una categoría política, es la palabra que denuncia el modo en que la sociedad vuelve natural algo que no lo es: la violencia machista. Y la violencia machista es un tema de Derechos Humanos", afirma la proclama, que asegura que "el femicidio no es un asunto privado, es producto de una violencia social y cultural que los discursos públicos y de los medios vuelven legítima".

El titular de la Red Solidaria, Juan Carr, dijo que "este es el apoyo del pueblo argentino que abraza a las más de 2.000 víctimas de los femicidios". "Yo como varón vengo a pedir perdón porque somos los que matamos a las mujeres. Esto no es una protesta, acá está la gente esperando propuestas para que se termine la violencia de género", añadió.

Desde el escenario, Minujín señaló que los femicidios "no deben tratarse como problemas de seguridad", y destacó que "la lucha contra ellos exige una respuesta múltiple, de todos los poderes del Estado y todas sus instancias -nacional, provincial, municipal- pero también precisa una respuesta de toda la sociedad civil".

"En el país existen líneas telefónicas y oficinas especializadas para asistir a las víctimas que sufren violencia machista"

Si bien reconoció como un "paso importante en la lucha contra la violencia machista" la sanción en 2009 de la ley 26.485 de Protección Integral de las Mujeres, cuestionó que aún permanecen sin reglamentar algunos artículos, incluido el Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres.

"En el país existen líneas telefónicas y oficinas especializadas para orientar y asistir a las víctimas que sufren violencia machista. No alcanzan si no son acompañadas de políticas integrales", destaca el documento, en el que se pide también la creación de un registro oficial de femicidios, ya que "es fundamental contar con estadísticas oficiales".

"El Poder Judicial desempeña un papel en general ineficiente a la hora de dar respuesta a las víctimas", leyó el orador, quien lamentó que en muchas jurisdicciones son las propias víctimas las que tienen que denunciar y luego ratificar la denuncia que hicieron en comisarías.

"Este sistema de doble denuncia está apoyado en la falta de confianza de la Justicia hacia las mujeres y contribuye a la impunidad del agresor", continuó, y criticó que "con la impunidad para el agresor, el Poder Judicial agrega otro tipo de violencia para la denunciante: la violencia institucional".

Entre los "puntos ineludibles" que las organizadoras consensuaron "para recorrer el camino hacia Ni una menos", figura la instrumentación total y con la asignación de presupuesto acorde de la ley 26.485; la recopilación y publicación de estadísticas oficiales sobre violencia hacia las mujeres; la apertura y funcionamiento pleno de Oficinas de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia en todas las provincias; y profundización en todas las currículas educativas de los diferentes niveles de la educación sexual integral con perspectiva de género.

También exigieron garantías para la protección de las víctimas de violencia y garantías para su acceso a la Justicia, con atención de personal capacitado para recibir las denuncias; patrocinio jurídico gratuito para las víctimas durante todo el proceso judicial; y la creación de más Hogares/Refugio en la emergencia, Hogares de Día para víctimas, y subsidio habitacional, con una asistencia interdisciplinaria desde una perspectiva de género.

La masiva marcha tiene el apoyo de organizaciones humanitarias, estudiantiles, sindicales, judiciales, de todos los partidos políticos e incluso de la Iglesia católica, culto mayoritario en Argentina.

"¡Basta de violencia contra la mujer! ¡Ni una menos! ¡Valoremos y respetemos la vida siempre, de punta a punta!", expresó la Acción Católica Argentina, una organización laica que depende de la Iglesia.

El reclamo principal es que se aplique la ley de protección integral contra la violencia hacia las mujeres, aprobada en 2009 pero que hasta ahora carece de una reglamentación efectiva para proteger a las mujeres víctimas de violencia doméstica.

"Esta movilización tiene lugar porque hubo tres feminicidios emblemáticos recientemente"

En Chile, un centenar de personas también repudió el feminicidio elevando pancartas que decían "Con luto y con rabia"; mientras en México, donde siete mujeres mueren a diario por la violencia de género, se espera un acto bajo el mismo lema originado en Argentina hace un mes, #NiUnaMenos, en el emblemático Angel de la Independencia de la capital a las 18 local (20 hora argentina).

En Argentina, "esta movilización tiene lugar porque hubo tres feminicidios emblemáticos recientemente", explicó Fabiana Túñez, de la ONG Casa del Encuentro, que divulga cifras sobre feminicidios en un país sin estadísticas oficiales sobre el tema.

Detonantes del estupor

Los casos que menciona Túñez son el de dos mujeres, una acuchillada en un kínder frente a sus alumnos bebés, otra apuñalada en un bar porteño a plena luz del día y el de una niña de 14 años embarazada y cuyo novio quería obligarla a abortar.

Según la investigación esta última, Chiara Páez, fue asesinada a golpes por su novio de 16 años con ayuda de la familia de él y enterrada en el patio de la casa. El caso detonó el mes pasado la campaña en las redes #NiUnaMenos.

"Esto marcó un punto de inflexión social y político", apuntó Túñez.

Según esta ONG, en 2014 se produjeron en Argentina 277 feminicidios como resultado de los cuales 330 niños quedaron sin madre. Eso significa que una murió cada 31 horas.

En las redes sociales también se divulgan portadas de medios de comunicación que han tratado a Kirchner caricaturizándola con un golpe en la cara o una pistola para acompañar un titular de oposición política: "Esto también es violencia de género", alertan activistas.

La ley no es mágica

Argentina cuenta desde 2012 con una ley que pena con cadena perpetua al hombre "que mate a una mujer o a una persona que se autoperciba con identidad de género femenino".

Los organizadores consideran que solo con la ley no es posible frenar este flagelo y exigen la aplicación de un plan de erradicación de la violencia y la elaboración de estadísticas oficiales.

Además, piden una reforma educativa para instruir en todos los niveles la problemática de la violencia de género y capacitar a personas para acompañar a las mujeres objeto de violencia, especialmente de quienes denuncian y son amenazadas por ello.

Una encuesta divulgada el martes por el ministerio de Desarrollo Social de la alcaldía de Buenos Aires reveló que seis de cada diez mujeres dijeron haber sido víctimas de violencia psicológica y dos de cada diez denuncian haber sido agredidas.

La justicia cuenta con instrumentos para defender a una mujer amenazada pero hasta ahora todo ha sido insuficiente.

Según Túñez, el debate por la aprobación de la legislación ayudó a la "concientización de la sociedad acerca del impacto que tiene la violencia de género. Antes se hablaba de crímenes pasionales. Ahora es violencia de género", recordó.

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