La ocupó en 1991 Anthony Hopkins para convertirse en el doctor Hannibal Lecter en el "Silencio de los inocentes". Y desde ese momento no la quiso usar nadie más. Es que allí "vivió" uno de los psicópatas de la ficción más temidos. Una marca que le quedó a la casa para siempre.
Fue construida en Pennsylvania en 1979 y le pertenece a Scott y Barbara Lloyd. Ambos dueños intentan venderla sin suerte. En este momento la liquidan por 250 mil dólares y no logran conseguir comprador.
El sitio Pittsburgh Tribune Review indicó que muchos curiosos quieren ir a verla pero que nadie se atreve a hacer una oferta real.
Por este papel Anthony Hopkins ganó un Oscar y la fama mundial. Interpretó al psicópata caníbal que secuestraba mujeres y que era buscado por el FBI. Con semejante sombra sobre su techo, es comprensible que nadie quiera a este hogar.
Hoy luce igual que cuando se rodó el filme. Las fotos: