"Tenía 15 años. No había vivido nada", dice el padre de Micaela Martinelli, Fabián, mientras fuma un cigarrillo apoyado en la puerta de la sala velatoria ubicada sobre calle San Martín de Las Heras, donde ayer por la tarde eran velados los restos de la adolescente. Los chicos que estaban con la víctima fatal pudieron dar detalles de los posibles asesinos, aunque de momento no hay detenidos.
A Micaela prácticamente la ejecutaron mientras charlaba con unos amigos (compañeros de escuela) que viven a pocas cuadras de su casa, en el barrio El Jarillal. Ella vivía en la manzana "D" del barrio Panquehua junto con sus papás y sus dos hermanos menores, un varón de 12 años y una nena de 5.
El miércoles, cuando todavía no oscurecía, se subió a su bicicleta y fue a un quiosco ubicado sobre Maza, a metros de Luján, a comprar tortitas para tomar la mediatarde. Allí se encontró con los jóvenes y se quedó a fumar un rato.
Fue justo en ese momento en que apareció una moto de color rojo, en la que iban dos sujetos: el conductor detuvo el vehículo frente al grupo de amigos y el acompañante disparó en varias oportunidades una pistola calibre 9 milímetros.
Los chicos, que eran unos ocho, comenzaron a correr en varias direcciones. Micaela se quiso refugiar detrás de un árbol pero no alcanzó a cubrirse: una bala 9 milímetros la hirió a la altura de la clavícula (en el lado izquierdo) y le salió por el pecho. Su cuerpo quedó tendido sobre una cuneta.
A otro de sus amigos que también intentaba escapar lo alcanzaron dos balas que lo hirieron en un glúteo y un codo. Este chico está internado y su estado de salud no reviste gravedad, aunque ha tenido que ser operado. Se espera que pueda declarar en las próximas horas ya que su testimonio podría ser clave en la causa.
Conmoción en su familia
"Vivimos a cuatro cuadras de donde la mataron. En un momento escuchamos los disparos y como sabíamos que había ido a comprar, salió mi esposa con mi hija más chica a buscarla", cuenta Fabián. Pero cuando habían caminado unos pocos metros, una chica se cruzó en el camino de madre e hija y les dio la peor noticia. "Les dijo que le habían pegado un tiro a Micaela y cuando llegamos la encontramos tirada", agregó el padre en diálogo con Los Andes.
En ese momento ya se había acumulado una buena cantidad de gente alrededor de la familia Martinelli, que esperaba que llegara una ambulancia. Pero, debido a la gravedad de la herida, Micaela falleció casi de manera instantánea.
"Me partió la vida. No la vamos a recuperar más. Hasta hace un rato estuve con ella y aún no puedo creer lo que pasó", dice Fabián.
Algunos de los chicos que estaban con Micaela explicaron que de repente vieron detenerse una moto y que el acompañante les disparó, sin decir palabra alguna. No hubo robo, ni amenazas; sólo tiros mezclados con la adrenalina por huir. "Los dos (motociclistas) llevaban viseras (gorras) y dispararon sin decir nada. Creemos que buscaban a un chico que se junta con nosotros, por una deuda que tiene. Deben haber pensado que estaba ahí", contó uno de los adolescentes, que dijo que la moto escapó en dirección a calle Doctor Moreno y dobló por Sarmiento.
Investigación
El avance de la pesquisa demuestra que el chico no se equivoca en sus elucubraciones: la balacera fue dirigida directamente al grupo de amigos.
Para eso se usó al menos una pistola calibre 9 milímetros (hay que analizar si todas las vainas recogidas pertenecen a la misma arma), cuyo cargador quedó vacío antes de que los atacantes partieran.
El expediente que lleva adelante el fiscal Darío Nora está caratulado como homicidio agravado por el uso de arma de fuego y tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en perjuicio del chico que está internado.
Hasta ayer por la tarde habían declarado testigos "indirectos" del caso, que habían mencionado apodos de los posibles involucrados, lo que podría ser de gran ayuda para esclarecer el asesinato.
