"Mi hermano Emir y Luciano no fueron reconocidos simplemente porque nunca estuvieron en el trole aquella madrugada", fue el primer comentario de Yamila Harba, de 26 años, que hizo en su casa de calle Rastreador Fournier en Las Heras, junto con la madre de ambos.
En un exclusivo diálogo, la mujer salió en defensa de su hermano, no sólo porque es inocente, sino para desvirtuar versiones, algunas salidas de la propia Policía, como por ejemplo que su padre era integrante de la fuerza. "Mi padre nunca fue policía" y agregó: "Emir tampoco fue alumno en la Escuela de Policía, el que sí estuvo fue Luciano (el otro acusado y amigo de Emir).
Sobre el procedimiento y la detención de ambos, Yamila contó que "no fue en las calles Matheu y Cicchitti, como dijo el Ministerio, sino que se concretó en la puerta de la casa de Luciano, a unas cuadras de acá, cuando la brigada llegó armada hasta los dientes y la mamá de Luciana los entregó".
Un whatsapp
En medio de la charla quedó evidenciado que la sospecha sobre ellos se originó en un whatsapp, con la imagen de los chicos donde se los señalaba como "ratas" y directamente se los acusaba de matar a un policía. Algo que, finalmente, quedó desvirtuado tras los dos reconocimientos (negativos) a que fueron sometidos.
Ante Los Andes, Yamila explicó cuáles fueron los argumentos que acompañaron al fiscal Bancalari que, junto a que ninguno de los testigos los señaló como los que subieron al trole, terminó dejándolos libre.
"Luciano, el amigo, tenía esa noche un bautismo. Hubo más de 10 personas que lo pudieron contar, además el dueño de un negocio de barrio reconoció haberle vendido bebidas cerca de la media noche. Y aquí vale recordar que Emir y Luciano viven a más de 15 cuadras de donde ocurrió el asesinato.
"Mientras que Emir estuvo en su coche (un Bora que está a su nombre) con una chica, la que también declaró ante el fiscal, en una calle de Luján, situación que quedó registrada en las cámaras de seguridad del lugar. Además hay mensajes de texto, antes y después del crimen de Tobares, hecho que, como familia, lamentamos mucho".
También se conoció una foto cuando ambos, en un móvil, estaban siendo llevados a Investigaciones y que sólo pudo ser tomada por personal policial.
Finalmente, tras desmentir que su hermano "tuviera antecedentes penales", cuando se le consultó cómo había sido el encierro en la ex Contraventores de Virgen del Carmen y Belgrano, Yamila sólo respondió: "No la pasaron para nada bien...".
Sin detenidos
El asesinato del policía Jorge Ariel Tobares ahora no tiene detenidos.
Ayer, poco antes del mediodía, después de una segunda ronda de reconocimiento de personas, el fiscal de delitos especiales Juan Manuel Bancalari, al no encontrar pruebas en sus contras, decidió que Luciano Díaz (20) y Emir Harba (22) recuperaran la libertad, aunque jurídicamente sigan ligados a la causa.
Ambos estaban acusados de haber sido las dos personas que habían subido al trole, interno 19, la madrugada del pasado lunes, cuando, tras una discusión por el pago de los pasajes, hubo un forcejeo y uno de ellos tomó el arma reglamentario del hombre que, vestido de civil, cumplía un servicio extraordinario y le disparó en la cabeza, provocando su muerte en forma instantánea.
Siguiendo la cronología de este grave hecho (el tercer policía asesinado este año), la misma tuvo su continuidad ese mismo lunes, a media tarde, 17.05, cuando desde el Ministerio de Seguridad se informaba que personal de la "Dirección de Investigaciones detuvo en averiguación de los hechos a dos jóvenes de 20 y 22 años en la manzana A del barrio 26 de Enero de Las Heras".
Aclarando, a renglón seguido, que "presuntamente estos sujetos llevaban puesta la misma vestimenta que en horas de la madrugada, usaron los asesinos del policía Jorge Tobares".
Un poco más tarde, mientras los restos del auxiliar eran llevados al cementerio Oasis de Paz, en Maipú, se conoció la versión de que un tercer sujeto había sido aprehendido en un allanamiento, después que los efectivos llegaran a su casa siguiendo los rastros que marcó un can de la fuerza.
En sólo 18 horas el caso, en manos del fiscal de delitos especiales, Juan Manuel Bancalari, parecía encaminarse directamente hacia su esclarecimiento.
Pero no fue así. Luis Riquelme, de 24 años, que fue el último en ser detenido, fue el primero en recuperar su libertad. Ocurrió durante la mañana del martes 8.
Después hubo dos ruedas de reconocimiento, en las que los testigos no pudieron reconocer a los detenidos. Esta situación, sumada a la falta de huellas dactilares que los ubicara en el lugar de los hechos, determinaron que ambos volvieran a quedar libres.
Comunicado fiscal
A través de un comunicado de prensa, la Fiscalía de Delitos Especiales a cargo de Juan Manuel Bancalari informó que:
“Si bien en momentos iniciales de la investigación penal existieron indicios concordantes que los incriminaban en la participación del hecho, la posterior realización de medidas a su respecto (cotejo de huellas dactilares y rueda de reconocimiento) sumada a la nueva información incorporada, determinó que dicha prueba indiciaria perdiera la convicción inicial, por lo que el día de la fecha (por ayer) han recuperado la libertad Harba y Pereyra (Díaz) bajo caución juratoria y demás condiciones del artículo 280 del Código Penal atento a sus antecedentes personales, penitenciarios y ante el Registro Nacional de Reincidencia, así como a su constatación efectiva de domicilio real.
Es de aclarar que sin perjuicio de ello los mismos continúan vinculados al proceso en calidad de imputados".
