“La Gloria es de Cristo”. Cinco palabras. Una frase. Un sentimiento que definen ni más ni menos que su personalidad, su carácter y que lo definen de cuerpo entero. Jaime Javier Ayoví es un distinto. Tanto adentro como afuera de la cancha exhibe esa aura tan particular que lo hacen auténtico, puro, genuino… Y son esos atributos tan particulares los que lo ponen en un sitial de privilegio en cuanto al cariño que emana del hincha de Godoy Cruz.
Rompe el molde. Como lo rompió el sábado a la tarde con esa corrida épica que hizo explotar de felicidad al Malvinas Argentinas. Apenas habían pasado tres minutos del complemento cuando fue a buscar el pase largo, la paró con enorme calidad y encaró. A pura bicicleta entró al área dejando en el camino a Bellocq y a Curado y cruzó el zurdazo ante el cierre de Bottinelli. Go-la-zo. Y desahogo. Porque tras padecer una semana difícil por el devastador terremoto que sacudió a su Ecuador natal -el pasado 16 de abril-, La Yoya volvió a sonreír.
“Si le hago un gol a Arsenal le agradeceré a Dios y haré un baile nuevo que hemos preparado”, había confesado Jaime en la previa del cotejo. Finalmente, no hubo coreografía porque “Fernando (Zuqui) es de madera”, bromeó después. En realidad, los que bailaron fueron los defensores de Arsenal ante tanto zig-zag del atacante.
La Yoya llegó a su sexto gol en el torneo y al vigésimo desde que desembarcó en el Expreso. Esa cantidad lo convierten en el máximo artillero foráneo del Tomba en Primera, lo cual no es un dato menor. “Fue importante ganar para seguir allá arriba. Ahora hay que descansar y pensar en lo que viene”, comenzó diciendo en la zona mixta.
Se viene una lucha a brazo partido con el Ciclón. Ayoví y todo Godoy Cruz son conscientes de ello. “No sabía que había ganado San Lorenzo. Después, en la arenga que dio el técnico nos manifestó que había ganado y que eso nos tenía que motivar aún más para buscar el partido. Da lo mismo quien juega primero, nosotros tenemos que jugar nuestros partidos porque si estamos pendientes de lo que hace el otro, estaríamos jodidos”, comentó.
Y agregó: “Nosotros estamos luchando por nosotros, por nuestras familias y por el grupo, que es muy humilde y no tiene figuras. Los once que entramos, los que están en la banca y los que no concentran forman parte de una verdadera familia. Todos estamos apoyando siempre, y eso es lo más importante”.
El ecuatoriano sabe lo que viene en el horizonte inmediato de Godoy Cruz y de qué manera hay que jugar cada uno de los tres partidos que le quedan al Expreso.
“Cada partido de los tres que quedan van a ser el de nuestras vidas. Por todo lo que conlleva clasificar a un torneo internacional o jugar una final del fútbol argentino, es algo que no se da todos los días. Así que estos partidos hay que jugarlos con hambre de gloria, con muchas ganas y sabiendo que estamos muy cerca. Sería muy duro caer en este momento. Sería una pena no sólo por nosotros sino por la gente que está muy ilusionada. El resto que siga hablando, después veremos si la boca los castiga. Nosotros vamos a hacer nuestro trabajo, que sigan hablando, Godoy Cruz es el primero".
Más claro, imposible. #LagloriaesdeLaYoya.