Luis Fermosel - la.fermosel@gmail.com
Dos temas ganaron la consideración de los sectores vitivinícolas durante la última semana. En primer lugar, la decisión de la Presidenta de la Nación de anunciar mejoras para los “pequeños productores” de la Pampa Húmeda; en segundo término, la aprobación legislativa para que el Fondo para la Transformación y el Crecimiento otorgue un préstamo a la comuna de Junín, para que ésta adquiera una bodega y elabore vinos.
Fue el anuncio presidencial el que encendió las luces de alarma y de enojo. Si bien todos coinciden que lo que decidió Cristina Fernández tuvo la intención directa de romper la Mesa de Enlace que se había conformado cuando se discutió la famosa resolución 125/08, también se indicó que se ha vuelto a priorizar a la Pampa Húmeda por sobre las necesidades de las economías regionales.
En esencia, el Gobierno nacional resolvió destinar 2.500 millones de pesos al año para pequeños y medianos productores de granos. Se trata de 46 mil productores “chicos y medianos” que generan hasta 700 toneladas de granos y que representan el 12 por ciento de la producción total.
Desde abril recibirán reintegros de unos 4.500 pesos mensuales, pero en el fondo generaron un fuerte impacto “político” sobre la Mesa de Enlace, a punto tal que el diario ultra-K, Página 12, tituló en su portada “El des-enlace del año”.
“Para nosotros es una bofetada”, resumió un bodeguero habitual a las mesas de café de la Peatonal, recordando en ese esquema el tiempo que hace que la vitivinicultura ha solicitado la reducción en las retenciones a las exportaciones, a los efectos de ser más competitivos en los mercados externos, sin obtener ninguna respuesta hasta el momento.
Criticó también el “doble discurso” del Gobierno, al indicar que “a nosotros, para darnos algo, nos exigen que generemos puestos de trabajo. Sin embargo le dan a la Pampa Húmeda, cuya actividad directamente no genera mano de obra ya que un solo obrero puede trabajar decenas de hectáreas”.
Por su parte, un dirigente del sector aseguró que la vitivinicultura está castigada y por eso mismo no recibe respuestas de las autoridades nacionales.
“Cuando estábamos creciendo a razón de dos dígitos anuales, nos tomaban como ejemplo, nos escuchaban y nos abrían las puertas del Ministerio de Economía y de la Cancillería.
Ahora todo lleva a indicar que están enojados con nosotros y ahora se amplifica por el problema interno del Frente para la Victoria”, destacó la fuente, la que agregó que “a más de dos meses de la reunión con la Presidenta, cuando se efectuaron anuncios, el productor no ha recibido nada de nada...”.
Desde la Unión Vitivinícola se indicó que es todo muy complicado, incluyendo la forma en que “bajarán” los 500 millones de pesos prometidos para la exportación de vinos. Se dice que lo harán a través de la fundación Argen-Inta, siendo que quien establece el programa, quien anota a las bodegas y quien tiene a su cargo el operativo es la Provincia, pero la administración de la plata es a través de la Nación.
“Es un tema complicado”, destacan. En Bodegas de Argentina se considera que las economías regionales y esencialmente la vitivinicultura han sido discriminados por el Gobierno nacional. “Sabemos que esto (los subsidios para los productores de granos) tiene un componente político, pero han mirado a la Pampa Húmeda y no al resto del país, especialmente a las economías regionales”.
En el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este destacaron por su parte que “en la provincia (las autoridades) o no plantearon bien el tema o no fueron escuchados”, agregando que “tememos que la fractura política profundice los problemas entre el Gobierno provincial y la Nación”.
Expresa entonces que, para recuperar la competitividad, la industria necesita que se eliminen los derechos de exportación, que se reduzcan las contribuciones patronales y bajar la presión tributaria nacional y provincial”.
Valdría aclarar también que existe una excepción en lo que hace a las economías regionales, como es el caso del Alto Valle de Río Negro, donde la AFIP decidió diferir el pago de aportes y contribuciones a 3.100 empresas, como una forma de hacer frente a la crisis frutícola.
Las firmas deberán comenzar a pagar sus aportes a partir del 15 de agosto, con un plan que se extenderá por 36 meses y que tendrá un interés del 1,35% mensual. Valdría aclarar también que en el acto de anuncio tuvo participación el senador nacional Miguel Pichetto, quien se presentará como candidato a gobernador por el Frente para la Victoria.
La bodega de Junín
La Legislatura provincial aprobó un proyecto de ley a través del cual se autoriza al Fondo para la Transformación y el Crecimiento a destinar una suma de 25 millones de pesos a la Municipalidad de Junín, para que pueda adquirir la planta concentradora de mosto, bodega, depósitos y maquinarias que eran propiedad de Pedro Carricondo e Hijos SRL, ubicada en el distrito de Algarrobo Grande de ese departamento.
En los considerandos se indica que el municipio “ha dispuesto utilizar su capacidad económica, legal y productiva para poner nuevamente en proceso a la empresa, indispensable para el desarrollo de la región, a través de políticas activas de transformación, con participación de los sectores involucrados, de manera tal de convertirla en una herramienta idónea para revertir la profunda crisis” del sector.
Los sectores manifestaron su sorpresa por la situación planteada. Destacó una fuente que “la experiencia que dejó Giol debería ser tomada en cuenta. El Estado tiene que acompañar, ayudar, pero no puede actuar directamente en el proceso.
Es incomprensible que el Estado vuelva a intentar elaborar vinos”. Otra fuente destacó que “convertir la uva en mosto y en vino no es un proceso difícil; el problema está cuando se sale a vender lo producido” y pusieron como ejemplo una afirmación de la baronesa de Rotschild (en Francia) que en un momento dado señaló que “el negocio del vino es fácil; lo difícil son los primeros cien años”.
De todos modos, si nos atenemos a lo señalado por los legisladores en el debate legislativo, la iniciativa encarada por la Municipalidad de Junín puede resultar interesante. Al menos así lo destacó su propio intendente, Mario Abed, durante un informe previo que brindó en la casa de las leyes.
El párrafo final es para el enojo del Centro de Viñateros y Bodegueros del Este con el gobernador de la Provincia, Francisco Pérez. “Afirmó que los productores de la zona (Este) tendrían que apuntar a las plantaciones de tomates porque son más rentables que la uva criolla”, destacando que “tales declaraciones son ofensivas hacia miles de familias que, por generaciones, han hecho de la vitivinicultura no sólo su medio de vida sino también que han contribuido a mantener el arraigo en el oasis”.