La brecha de femicidios ocurridos en Argentina se ha acortado considerablemente durante este año, según expuso el criminólogo Raúl Torre en una conferencia que brindó la semana pasada en Mendoza.
El especialista contó que hasta el año pasado una mujer moría cada 36 horas en manos de sus parejas o ex parejas. Pero en los primeros seis meses de 2016, "ese lapso se acortó y hay un crimen cada 30 horas", explicó.
En nuestra provincia, este año se han reportado (según se pudo obtener por datos aportados por el Ministerio de Seguridad), cinco casos de mujeres asesinadas por su condición femenina.
En materia de estadísticas, nuestra provincia ocupa un lugar en el medio de la tabla a nivel nacional, muy por detrás de Buenos Aires donde se registra la mayor tasa a nivel criminal del país.
Torre, con más de 20 años de trabajo en el campo criminológico, habló sobre características básicas en los casos de femicidio: una, es que la mayoría de ellos se dan de manera precipitada.
"Si bien en casi todos existen antecedentes de violencia, la mayoría de los crímenes no está preparado sino que se precipita según la situación", explicó.
En esos casos, el arma blanca o las llamadas armas impropias (como por ejemplo una piedra) son las más usadas ya que es lo que está más a mano del asesino. El uso de este tipo de armas -usadas para degollar en la mayoría de los casos- constituye otra de las características de los femicidios.
Durante su presentación Torre hizo un repaso de los casos de Carolina Aló y Ángeles Rawson (a los que denominó como "emblemáticos" en cuanto a delitos de género), de Nora Dalmasso, del llamado crimen del country donde fue asesinada Claudia Schaefer y del reciente homicidio de la adolescente Micaela Ortega, la nena de 12 años que conoció a su asesino a través de las redes sociales.
A través de la presentación de estos asesinatos, hizo la distinción de dos tipos de femicidas: el organizado y el desorganizado. "El primero quiere eliminar lo que hizo. Tiene un nivel intelectual alto y hay una preparación e inteligencia detrás del hecho. Un crimen de este tipo echa por tierra la teoría de la emoción violenta", agregó.
En cuanto al asesino desorganizado, lo definió como alguien que deja huellas de su paso por la escena del asesinato.
Otro dato interesante que brindó es que el número de femicidos cometidos por un "sicario" es muy alto ("no me creerían si les digo que hay más casos de sicarios relacionados con femicidios que con narcotráfico", enfatizó) y como ejemplo dio el caso de un basquetbolista que fue condenado a perpetua por contratar a un sujeto (también sentencia a la misma pena) para asesinar a su esposa, en un hecho ocurrido en Córdoba.
2016: Mendoza en números
El domingo 7 de febrero dos mujeres fueron asesinadas. La primera, la adolescente de 13 años Natasha Prieto, fue muerta en Tunuyán. En su caso, la necropsia estableció que la causa de muerte fue asfixia por obstrucción en las vías respiratorias, por ahogamiento con vómito.
Los forenses determinaron, además, que previamente existió vejación. Hay dos detenidos, conocidos de la víctima.
El hombre se entregó inmediatamente a la Justicia.
Un caso de femicidio "organizado" fue el de Daniela Núñez (25) quien apareció envuelta en una bolsa, flotando en el canal Cacique Guaymallén, en Las Heras, tras varios días de haber estado desaparecida. Por el crimen se detuvo a dos hombres que tuvieron una relación sentimental con ella.
Rosa Edith Pérez (33) fue asesinada por su pareja -de quien se había distanciado- en su casa de Lavalle. La mujer fue muerta con un revólver calibre 22 corto que el sospechoso llevaba entre sus ropas. Tras el asesinato se entregó a la policía. Fue el 17 de febrero.
Por último, figura el caso de Trinidad Rodríguez (8) asesinada el 11 de marzo en una cantera del barrio San Cayetano de Maipú. A la niña raptaron y la quemaron.
Las pericias hechas a los tres detenidos determinó que el móvil del crimen fue abusarla sexualmente. Hay tres hermanos detenidos.