“Intratables”… entre ellos

Las agresiones en el programa de Del Moro cruzaron todos los límites. Silvia Fernández Barrio acusó a Brancatelli de comportarse como un “nazi” y él retrucó: “Está grande ya, está perdiendo la cordura”. Crispación.

“Intratables”… entre ellos
“Intratables”… entre ellos

Que "Intratables" ha encontrado un estilo propio en esa cruza de "Polémica en el fútbol" y debate político no es nuevo. El ciclo conducido por Santiago del Moro por América hace tiempo que dejó los informes mediáticos para dedicarse a full a la agenda política aprovechando la coyuntura electoral. "Todas las voces, todas", es un eslogan repetido por Del Moro.

Y entre ellas, pocas se escuchan tanto como las de Diego Brancatelli, el máximo defensor K del panel (escoltado por Agustina Kämpfer, la ex de Boudou), y la de Silvia Fernández Barrio, una de las que se suma a las críticas duras contra el oficialismo.

La pelea entre ambos viene generando rounds más o menos ríspidos desde hace tiempo ya. Pero ayer cruzaron una línea. "Parece un nazi por cómo habla", disparó en un momento la periodista, y así respondió Brancatelli: "El otro día me dijo que yo era de los servicios de Inteligencia, ahora me dice Nazi. Esa es Silvia Fernández Barrio. Está grande ya, está perdiendo la cordura (...) Es una señora grande para hacer burlas".

La escalada no paraba. Y Fernández replicó: "Basta de ordinariez. Yo no soy una mina, yo soy una señora. ¡Te puedo decir nazi, flaco. Pero a mí no me decís 'mina'! Por supuesto que te puedo decir nazi porque pienso que tu posición es la de un nazi, autoritario, ordinario y faltador de respeto. Te hablo a vos, Diego Armando Brancatelli. Faltás el respeto permanente a tus compañeros, y a lo que menos respeto le tenés es a la profesión", le dijo, además de insinuar en un momento dado que Brancatelli visitaba la Casa Rosada en busca de "algo", o sea: que está pago por el gobierno.

El periodista avanzó más: "¡Sacate la careta, mostrale a la gente quién sos! Le mentís a la gente". Hacia el final, consciente de que habían pasado una línea sin retorno, Del Moro pretendió pacificar la situación, pero Brancatelli aclaró que, esta vez, el tema ya estaba en manos de sus abogados. ¿Reality o realidad? Como suele pasar en la tele de estos días: ambas cosas.

La carta

Luego de la feroz pelea con la periodista Silvia Fernández Barrio, el siempre polémico Diego Brancatelli hizo pública una carta en donde expresó sus dudas, en algunos momentos, de renunciar a"Intratables" y analizó las "acusaciones, absurdas, falsas, y hasta hirientes" que sufrió ayer en América TV. "Me pagan las productoras para las que trabajo, y las que me dejan opinar con total libertad", dijo, haciendo alusión a la acusación de Fernández Barrio de que va "a Casa de Gobierno a buscar algo".

"A quien no le guste mi verdad, tiene su derecho, de eso va el país democrático que yo quiero", sentenció.

A continuación, un fragmento de la extensa carta tal como la escribió el periodista Diego Brancatelli. El título de la misiva es "Mi verdad".
"Pensé en levantarme e irme de Intratables. En no ser más parte del panel y hasta en mandar una carta documento (como lo hice con Jorge Yoma). Sí, cuando él me denunció irresponsablemente ante una cámara, yo fui ante la Justicia, me presenté y pedí que se me investigue. Puedo mirar a cada argentino con mi historia y mis bolsillos limpios.

Ante una más de las ya repetidas acusaciones gratuitas que recibo, me agoté por completo. Si me levantaba e iba, le terminaba dando la razón (cuando no la tenía) y hubiese cometido un error irreparable. Injusto.

Si me voy del programa, primero, dejo de hacer algo que me apasiona y segundo, termino haciendo lo que quieren lograr desde los sectores a los que les molestan los periodistas que no siguen los discursos hegemónicos y que repiten los títulos que se intentan instalar desde los medios a los que no les gusta el gobierno que no atendió sus intereses. (... Anoche se pasó un límite.Me han dicho cosas que no puedo ni debo permitir.

No puedo dejar pasar que se me haya dicho "nazi", que "pertenezco a los Servicios de Inteligencia" o que "voy a Casa de Gobierno a buscar ALGO". (...)

Desde el cansancio ya, voy a repetir esto que hasta demostré ante la justicia: yo no recibo plata ni regalos ni coimas ni nada (ese "algo") de políticos por pensar y opinar públicamente como opino. Yo me levanto todos los días a las 5 de la mañana, voy a trabajar a la radio, doy clases en la facultad, y trabajo para tres productoras en Televisión. Es más, no tengo un día franco, porque trabajo hasta los sábados y domingos. (...)

Me pagan las productoras para las que trabajo, y las que me dejan opinar con total libertad. Atrás de eso, no hay ni medio centavo por apoyar a tal o cual persona. Atrás de eso, lo que hay son compañeros con los que me saco fotos, me abrazo; compañeros que me llenan de cariño y me dicen que sea fuerte, que no baje los brazos, que siga dando debate. (...)

Nunca oculté mi adhesión a este Proyecto. Es por eso que a cualquiera puedo hablarle mirando a los ojos y sin nada que esconder. Tampoco oculté que desde muy chico me ha interesado la política, que he participado de diferentes espacios y que de tener tiempo, aceptaría la responsabilidad de estar más activo en la política, por la simple razón que creo en la participación, en involucrarse y en cambiar lo que nos parece injusto desde adentro. (...)

Pero, como decía, todo tiene un límite. No puedo permitir que me digan Nazi irresponsablemente para con lo que fue el Holocausto. No puedo permitir que me digan que "hago acordar a los servicios de inteligencia" como si fuera un mafioso, porque esa es la ruta para simbolizarme y estigmatizar. Menos puedo permitir que encima, alguien a quien siempre me brindé con total honestidad, me acuse de recibir "algo" del gobierno. Porque eso es clavar un puñal por la espalda y esconderse. Eso es no hacerse cargo de lo que uno dice, claramente, porque no es cierto. (...)

¿Yo, de los Servicios de Inteligencia? Un delirio. Grave, pero delirio al fin. En el momento que se me dijo fue porque cité un momento puntual de un archivo histórico, un archivo que está al alcance de todos, con sólo buscar en Youtube. No hace falta hacer mucha "inteligencia" para encontrarlo.

Y que me quieran ensuciar diciendo que "voy a casa de Gobierno a buscar algo", es algo que ya no puedo tolerar ni debo tolerar, menos cuando tienen la cobardía de no hacerse cargo de lo que acusan. Porque con ello pretenden estigmatizar y generar odio, con ello pretenden ensuciar por la espalda y lavarse las manos. No hay nada más hipócrita y triste que recurrir a eso.

Y yo, como puedo mirar con la frente en alto a todos, no tengo nada que esconder. Lo voy a explicar clarito: he ido a la Casa Rosada varias veces -y tengan el coraje de no sacarme de contexto. La mayoría de veces fui a actos a escuchar a la Presidenta, y otras, muy pocas, fui a preguntar, a pedir información sobre la gestión, a investigar, a entrevistar a responsables de las políticas públicas. ¿Por qué está mal eso? ¿Dónde está el delito? He ido como muchos periodistas van, a tomar un café con "su fuente". Eso no es delito pese a que moleste o no lo logren entender. Miren, ni siquiera tengo problema en contarlo.

No voy a buscar sobre ni a recibir dinero. No lo necesito, ni lo quiero. No me pagan por mis convicciones. No me pagan. No me paga La Cámpora. No me paga el Gobierno (...)”, es un fragmento de una larguísima carta que el panelista de “Intratables” y periodista de “Fútbol para todos” hizo pública.

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