Ay ay ay ay el mundo de la farándula da para todo, todo, todo. Por eso hasta un hecho que podría ser gravísimo, como es una amenaza a la vida de alguien, en el mundo de las “estrellas” se transforma en una noticia kitsch. Y así, por supuesto, es como nosotros la abordamos.
Si no conocías a Fernando Burlando -el abogado que se hizo mediático en los ‘90- ahora no se te ha de pasar: el hombre, una suerte de Ricardo Fort del mundo de Tribunales, ahora es uno de los bailarines que se miden en la pista de Tinelli.
Pues el jueves, en el Hotel Faena de Puerto Madero (sí: tiene mucha plata y suena grasún), donde el hombre se recupera de la lesión de su rodilla, apareció una persona diciendo que era su hijo y que quería verlo. Los guardias no lo dejaron pasar (Burlando no tiene hijos varones). Como el asunto les pareció raro, llamaron a Prefectura y, en el forcejeo que el chico hizo para zafarse de la situación, se descubrió que tenía un cuchillo tipo Tramontina.
Por supuesto, marchó detenido. “Menos mal para el pibe que no me vio, porque si me empieza a hablar se termina mal... No sé si fue liberado o no, no lo voy a reconocer, no me voy a hacer ADN y para mí la madre es Barby”, bromeó el letrado.
