El delantero argentino Mauro Icardi continuará como capitán del Inter de Italia pero recibió hoy un sanción económica por parte de la dirigencia tras la polémica desatada por un capítulo de su autobiografía que generó el enojo de la Curva Norte, un sector característico de la hinchada del club milanés.
Luego de una reunión que duró más de una hora, el club italiano emitió un comunicado donde anunció que Icardi será multado “por violar el Reglamento interno del club” -sin especificar el monto fijado- pero no perderá la cinta del equipo conducido por el holandés Frank De Boer.
Además, en el encuentro que el jugador mantuvo con su compatriota Javier Zanetti, vicepresidente de Inter; Piero Aid, director deportivo y Giovanni Gardini, director general del fútbol, se decidió que el libro autobiográfico “Siempre adelante. Mi historia secreta” no será retirado del mercado pero cuando se reedite se eliminará el capítulo que generó la polémica.
En el comunicado también se destacan unas frases del rosarino, de 23 años, quien se disculpó con la Curva Norte y calificó el episodio con los fanáticos como un “triste paréntesis” de su historia en el Inter.
“Acepto todas las decisiones del club. En el futuro trataré de ser más cuidadoso ya que es algo que requiere mi papel en el equipo”, agregó Icardi, quien a través de su cuenta oficial de Instagram publicó una foto suya con el brazalete y la leyenda: “Sola no la dejo nunca”.
El conflicto entre Icardi y la Curva Norte estalló en la previa del duelo del pasado domingo ante Cagliari en el estadio San Siro cuando salió a la luz un capítulo de la autobiografía que relata los entretelones de un cruce que tuvo el futbolista con los hinchas luego de un partido con Sassuolo en febrero de 2015.
Terminado aquel encuentro, el delantero se acercó a una de las tribunas del estadio y le ofrendó su camiseta a un joven fanático, pero el jefe de la Curva Norte se la quitó de las manos y la arrojó nuevamente al campo de juego en señal de repudio al jugador, que reaccionó de inmediato para recriminar la actitud.
"Estoy preparado para enfrentarme a ellos uno a uno, quizás no saben que he crecido en unos de las ciudades sudamericanas con mayor tasa de criminalidad. ¿Cuántos son? ¿50, 100, 200? Ok, guarden mi mensaje y escuchen: voy a traer 100 asesinos de Argentina para que los maten donde están y después vemos", fue el mensaje que les hizo llegar Icardi a los integrantes de la Curva Norte en aquel tiempo, luego de recibir amenazas en su casa.
Como respuesta a la publicación, un sector de la hinchada de Inter hostigó al argentino en la previa del encuentro de ayer con Cagliari y desplegó banderas ofensivas, que lo tildaron de "infame y mercenario".
"No eres un hombre, no eres un capitán, sólo eres una gran mierda", rezaba una de las pancartas exhibidas en el San Siro.
Conocida la sanción impuesta por Inter, la esposa y representante de Icardi, Wanda Nara, atribuyó la polémica entre el capitán y los hinchas a la traducción durante una nota concedida al canal Fox Sports.
La modelo Nara también negó los rumores de supuestas agresiones físicas por parte de los hinchas y aseguró que la capitanía de su marido “nunca estuvo en discusión”.
Sin embargo, la versión del malentendida entregada por Wanda no coincidió con la entregada por el propio Icardi en su cuenta de Instagram: "En el libro añadí frases exageradas. Lo siento. Lamento este alboroto, simplemente conté un incidente después de mis recuerdos. No quería ofender ni faltarle el respeto a nadie”.
Después de todo el entuerto, tanto el argentino Icardi como el club intentarán recomponer la relación con los hinchas ya que el pasado 7 de octubre se firmó un nuevo contrato hasta 2021 por 5.500.000 de euros por temporada y una cláusula de rescisión de 110 millones de la misma moneda.