“Cambió la mentalidad y el compromiso fue otro. Hay que creérsela y jugar con confianza. Luchamos cada pelota como si fuera la última en todos los sectores de la cancha. Hubo muy buenas actuaciones. El orden que tuvo el equipo fue bueno. No les dejamos espacios, fue una producción colectiva muy buena en líneas generales.
Desde el ordenamiento, desde la aceleración en tres cuartos de cancha y cómo manejamos la pelota”, declaraba Omar Labruna tras lograr su primera victoria al frente del Lobo mendocino.
“Éste es un torneo muy parejo donde no hay grandes equipos que saquen una diferencia importante así que es clave la confianza. Hay mucho para mejorar. Tenemos que presionar un poquito más arriba y en tener tranquilidad y precisión. En los primeros quince minutos estuvimos muy imprecisos, perdimos muchas pelotas y desde la posesión se puede generar juego. Ante la adversidad hay que redoblar esfuerzos. Hoy otra vez estuvimos abajo en el marcador pero el equipo sacó ese extra, esas fuerzas y pudimos levantar un partido muy importante para nosotros”, continuó.
Akerman, delantero al que el Lobo le puso todas las fichas, venía con la pólvora mojada y ayer volvió a marcar, algo que no hacía desde la fecha 2. “Para nosotros es muy importante que los delanteros pueden convertir para tener variantes y para que ellos tomen confianza. Los delanteros viven del gol y hoy le viene muy bien a los dos”, dijo el DT sobre Akerman y Farías.
“Cuando pasamos la línea de ataque hay que ir a morir. Hoy Carrizo pasó tres o cuatro veces y lastimó. Estamos contentos por eso”, concluyó Labruna. Se ganó y así es mejor ir corrigiendo.
Por todo
El viernes próximo, a las 21, Gimnasia visitará a Estudiantes de San Luis, al que de ganar lo igualaría. El miércoles 23 será local de Sportivo Belgrano de San Francisco, a las 14. Partido de seis puntos, como suele decirse.
El lunes 28 visitará a Unión de Mar del Plata en otro encuentro para jugar a cara de perro. En poco más de una semana, Gimnasia tendrá cara a cara a tres rivales directos en la lucha por quedarse en la categoría. Deberá jugarse a todo o nada.