La reina Isabel II de Inglaterra, "la jefa", como la llaman sus nietos, cumple hoy 90 años sin mostrar agotamiento, e insensible a la edad de su heredero, el príncipe Carlos.
La reina pasará la jornada en el castillo de Windsor -una de sus residencias oficiales, 40 km al oeste de Londres-, donde cenará con su familia.
Esta mañana salió a pasear y a saludar a las miles de personas que se congregaron ante el castillo para felicitarla.
Vestida con un abrigo y tocada con un sombrero de flores, Isabel II, seguida a varios metros por su marido, el príncipe Felipe de Edimburgo, fue recibiendo ramos de flores y departiendo con la gente.
Al final del paseo, la reina cortó la tarta de tres pisos elaborada por otra celebridad, Nadiya Jamir Hussain, la ganadora del concurso televisivo de repostería "The Great British Bake Off", mientras la gente le cantaba "Cumpleaños feliz".
"Envío mis mejores deseos a aquellos que están celebrando su 90º cumpleaños el 21 de abril de 2016. En esta ocasión compartida, transmito a todos vosotros mi más sincera felicitación", dijo la reina en su único mensaje público difundido este jueves.
Durante sus casi 64 años de reinado, Isabel II ha visto desfilar a 18 primeros ministros británicos y 15 presidentes de Estados Unidos, un tercio de los de la historia de la antigua colonia británica
"No hay nadie en la vida pública a quien un primer ministro pueda hablar con mayor confianza", dijo David Cameron en el Parlamento.
Cameron la describió como una "roca a la que agarrarse" para los británicos.
Isabel II nació en Londres el 21 de abril de 1926. Cuando ascendió al trono en 1952, con sólo 25 años, Winston Churchill era primer ministro, India acababa de conseguir su independencia, Gran Bretaña todavía administraba partes de Asia y África y Josef Stalin gobernaba con mano de hierro la URSS.
Los años se suceden -ya es el monarca más longevo de la historia británica- y la reina sigue atendiendo compromisos, más de 300 en 2015, despachando semanalmente con el primer ministro, recibiendo información diaria de las actividades del Parlamento, alojando a mandatarios extranjeros en las visitas de Estado y realizando ella misma las suyas, si bien los territorios lejanos de la Commonwealth, como Australia, han quedado ya marginados de su agenda.
Shakespeare y salvas de cañón en su honor
El príncipe Carlos leyó en su honor un fragmento de Enrique VIII de William Shakespeare, de cuya muerte se cumplen 400 años el sábado, y que constituye la otra gran efeméride británica de la semana.
En concretó, recitó en la BBC un extracto del discurso del arzobispo Thomas Cranmer al rey Enrique VIII con motivo del nacimiento de la futura reina Isabel I, en el que le desea muchos años de vida.
"Será, para felicidad de Inglaterra, una princesa anciana; muchos días la verán, y sin embargo no pasará uno sin una gesta con que coronarlo", recitó el príncipe Carlos, que a los 67 años se ha convertido en el más anciano heredero del trono británico.
El servicio postal hizo para la ocasión una serie de sellos con el rostro de Isabel y la de los tres primeros miembros de la familia real en la línea de sucesión -los príncipes Carlos, Guillermo y Jorge-, reuniendo por primera vez a cuatro generaciones reales en una emisión filatélica.
El Parlamento se iluminará rojo, azul y blanco en su honor, y el ejército disparó salvas de cañón desde la Torre de Londres y Hyde Park.
Sin embargo, la celebración oficial de su cumpleaños -con un desfile militar y un gran pícnic en el Mall, la avenida frente al palacio de Buckingham- no será hasta el 12 de junio, siguiendo una vieja tradición de los reyes británicos, que esperaban al buen tiempo para ahorrarse celebraciones pasadas por agua.
Cuánto más reine, mejor
Una nueva encuesta sugiere que el público británico quiere que las cosas sigan como hasta ahora, y un 70% cree que debería reinar el mayor tiempo posible, el porcentaje más alto desde 1981.
El apoyo a la monarquía sigue siendo elevado, con un 76% de aceptación, según esta encuesta de Ipsos-Mori para el King's College de Londres.
El príncipe Guillermo, quien con su esposa Catalina y sus dos hijos pequeños aportó una nueva energía a la familia real, rindió homenaje a la matriarca, a la que él y su hermano Enrique llaman "la jefa".
"Soy increíblemente afortunado de tener a mi abuela en mi vida. A medida que se acerca a los 90, tiene una energía más extraordinaria", había explicado Guillermo esta semana.
La celebración tendrá su epílogo el viernes, cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa Michelle le presenten sus respetos durante un almuerzo compartido en Windsor.