“Estuve preso en Chile por ser amigo de la persona equivocada”

El empresario mendocino Carlos Fernández (47) fue acusado de ser el “cobrador” de una banda narco en Chile. Estuvo en la cárcel 14 meses y luego fue absuelto. Su relación con Omar "El Oso" Argumedo, condenado a diez años por esa causa. El juicio que piens

“Estuve preso en Chile por ser amigo de la persona equivocada”

Carlos Fernández, de 47 años, es un empresario polirrubro. "Siempre tuve camiones y siempre estuve en el negocio de los transportes, en las prendas, también en préstamos". Es alto, de pelo rubio y de buen porte (toda esta descripción es porque prefiere no salir en fotos).

Desde setiembre de 2011 hasta febrero de 2013, estuvo preso en el Centro de Detención Preventiva Santiago I de Santiago de Chile, acusado de pertenecer a una banda narco liderada por el mendocino Omar "El Oso" Argumedo, quien purga una pena de 10 años en esa ciudad por ese delito. "Amigo mío", cuenta Fernández. "Yo no sabía que se dedicaba a eso".

La génesis de esta nota es otra nota: la que este diario sacó hace dos semanas en la que se refería, justamente, a Argumedo quien, según la Justicia de Chile, aún condenado y encarcelado, sigue moviendo marihuana desde Paraguay hasta Chile, pasando por Mendoza. En el artículo, Fernández sale mencionado varias veces. "Me hincha bastante las pelotas salir, porque fui inocente y quedó comprobado", dice con un dejo de fastidio.

El comienzo

Fernández comenzó su relación con Argumedo en 2008. "Yo lo conocía de vista, porque nos juntábamos con otros comerciantes en una estación de servicios de calle Rodríguez Peña todas las mañanas. Omar venía cada tanto y una vez me contó que tenía un camión VW para trabajar y me pidió si lo podía incluir en mi flota para los viajes a Chile. A mí me sobraba trabajo así que le dije que sí. Todo fue más que bien".

Entre 2008 y 2011, Fernández y el "Oso" forjaron cierta amistad. Iban a comer juntos con sus mujeres, jugaban al fútbol y hasta cuando la esposa de Carlos cumplió 40 años y se hizo una fiesta, los Argumedo fueron invitados.

Con el tiempo, los viajes a Chile entre ambos se hicieron frecuentes. Allá tenían negocios, "cada uno por su parte", por lo que se les registran al menos cinco pasadas a Chile para esa época. En uno de los viajes, cuenta Fernández, conoció al abogado Víctor Gottschald, amigo de Argumedo, alguien que sería de gran importancia para el futuro de ambos. (ver aparte).

"Al abogado lo conocí por él. Ellos hablaban de sus cosas y yo no me metía ni veía o escuchaba nada raro. Eso era en febrero de 2011", asegura el empresario.

Amistad

Los vínculos con Gottschald llegaron a un punto que, una vez en Mendoza, el abogado fue a la casa de Fernández. "Allí se dio cuenta de que uno de mis hijos tenía fascinación con los juguetes de guerra y parece que eso le quedó grabado".

En setiembre de 2011, Fernández viajó a Chile para comprar elementos para uno de sus camiones y de pronto recibió un llamado por radio: era el abogado Gottschald quien le dijo que "tenía un regalo para mi hijo, que me lo quería dar, que era un tanque de guerra de juguete".

Ambos quedaron en encontrarse en las oficinas del letrado, en el Paseo Ahumada, pleno centro santiaguino. Hacia allá fue Fernández: era una emboscada. "En medio de la peatonal aparecieron 20 PDI (policía de Investigaciones) chilenos y me detuvieron. 'Usted queda preso por narcotráfico', me dijeron".

A la cárcel

Según Fernández, en vano fue que dijera a los policías chilenos que todo se trataba de un error, que él no tenía nada que ver con el narcotráfico. "Eso se lo va a explicar a la fiscal", escuchó como respuesta. "Además, los policías me robaron la plata que llevaba encina", asegura.

Una vez detenido, Fernández se encontró con Argumedo que estaba en su misma situación. "En total, éramos muchos los que estábamos en la cárcel. Algunos de ellos llevaban más tiempo detenidos". La causa, que fue muy difundida en Chile, hacía referencia a una mega banda que traía marihuana de Paraguay, la acopiaba en Mendoza y la vendía en Chile. En su momento se secuestraron 2.600 kilos de esa droga.

A Fernández primero lo acusaron del "cobrador" de la banda y luego de "guardaespaldas" de Argumedo. Mientras, el tiempo pasaba y las cautelares ofrecidas por su abogado eran rechazadas una a una por la fiscal del caso, Macarena Cañas.

"En la cárcel, con Argumedo me llevaba bien; él me decía que lo perdonara que me había metido en este quilombo pero que todo se iba a arreglar y me iría rápido de allí".

El juicio

Finalmente, el juicio comenzó a fines de 2012 con doce acusados, entre ellos Argumedo y el abogado Gottschald quien, una vez detenido, había colaborado con la policía para varias detenciones, por lo que le cabía la figura del arrepentido. Por caso, Argumedo cayó en Chile después de que el abogado lo llamara por teléfono para decirle que Fernández había sufrido un accidente en Chile -algo que era mentira-; resultado: Argumedo pisó suelo chileno y fue esposado.

"El juicio duró más de dos meses, nos levantaban a las 5 de la mañana y nos traían de nuevo a la cárcel a las cinco de la tarde". Se los juzgaba por los delitos de narcotráfico y asociación ilícita.

"Allí la fiscal me preguntó si yo no sabía que Argumedo era atracador de bancos. '¿No lo buscó en Google?, me preguntó'. Yo le dije que no, que no acostumbro a googlear a la gente que conozco".

El tanquecito de guerra

Durante el juicio, salieron a la luz muchísimas escuchas telefónicas en las que él hablaba con Argumedo. "Pero conversaciones que nada tenían que ver con droga".

Del mismo modo, las pocas reuniones que el abogado chileno, él y Argumedo mantuvieron, estaban todas filmadas por agentes de la PDI. Además había fotos: "Ina de las veces que estuve en la reunión entre Gottschald y Argumedo, otra que me habían hecho en el paso de Libertadores, cuando yo entraba a Chile en mi auto particular y otra en Los Andes, cuando salía de comer en un restaurante; eso era todo".

"De hecho, el llamado del abogado chileno para decirme lo del tanquecito de guerra para mi hijo estaba grabado. Creían que el tanquecito de guerra era una manera de llamar a la droga. Fue todo tan ridículo ¡que tuvimos que llevar el juguete al juicio!"

En un momento del debate, su abogado chileno Juan Hernández (quien le cobró 6 mil dólares por la defensa) le dijo que lo mejor era confesar para lograr una pena menor. "Ahí discutí con él. Le dije que no iba a mentir porque no tenía nada que ocultar, que era un error y que lo íbamos a probar".

En ese sentido, Fernández asegura que cuando "El Oso" declaró, lo primero que dijo fue que 'Fernández no tiene nada que ver con esto. Apenas es amigo personal mío'. No sólo lo contó en el juicio; lo había dicho desde el primer día".

Absuelto

A principios de enero de 2013, Fernández y un taxista chileno fueron los únicos absueltos del mega juicio(Argumedo recibió una pena de 10 años y un día).

"Al día siguiente regresé a Mendoza. Mi situación económica había cambiado ostensiblemente ya que mi mujer tuvo que vender varios camiones por esta situación. Todo esto me perjudicó demasiado para seguir saliendo aún en los diarios. Estuve preso en Chile por ser amigo de la persona equivocada. Nada más".

El empresario todavía no puede regresar a Chile porque su visa caducó mientras estuvo los 14 meses en prisión.

Pero la vida da revanchas. Y, Fernández tiene en mente demandar al Estado chileno. "Ya mandé un poder a un nuevo abogado para comenzar el juicio", dijo antes de subirse a su moto último modelo.

El Mega-juicio

Los jueces del Cuarto Tribunal Oral resolvieron absolver a todos los imputados por el delito de asociación ilícita, pero condenó a nueve de ellos por tráfico ilícito de drogas, en el megajuicio en el que el Ministerio Público acusó al grupo de integrar una banda jerarquizada y con funciones claras para el tráfico de marihuana desde Argentina hacia Chile.

El juicio que se inició el 29 de noviembre de 2012, debía resolver la participación de los 12 imputados en hechos de tráfico de drogas entre 2010 y 2012, y cuya cabecilla era el argentino Argumedo.

Sin embargo, el juez presidente José Flores señaló que por las pruebas entregadas por la fiscal Macarena Cañas sólo se acreditó la existencia de dos tráficos de drogas provenientes desde Argentina: el del 8 de diciembre de 2010 y el del 11 al 15 de setiembre de 2011.

En el caso de Gottschald, fue condenado en calidad de cómplice por tráfico ilícito de drogas, para lo cual la fiscal Cañas solicitó una pena de 541 días considerando su intachable conducta anterior y "la cooperación eficaz que prestó durante la investigación". Fuente: diario La Nación de Chile.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA