El entrenador del seleccionado de fútbol alemán, Joachim Löw, no logró ocultar su "emoción y satisfacción" por el gran partido realizado ante Brasil, en una de las semifinales del Mundial 2014, y aclaró que, pese a la goleada por 7-1, su equipo "no es invencible".
"La realidad es que las emociones y sensaciones son buenas porque jugamos un gran partido. Estoy muy emocionado por llegar a la final, por cómo se dio todo, pero no nos creemos invencibles. Eso sería un gran error de cara a un partido ante Argentina u Holanda", afirmó Löw, en la conferencia de prensa que brindó en el estadio Mineirao de Belo Horizonte.
"Tanto Argentina como Holanda jugaron hasta el momento una excelente Copa del Mundo, no se puede elegir a un rival para una final de un Mundial", agregó.
Alemania deberá esperar hasta mañana cuando jueguen Argentina y Holanda a las 17 en el Arena Corinthians de San Pablo, la otra semifinal de la cita ecuménica.
"Argentina tiene una excelente defensa y además a (Lionel) Messi, el mejor de todos, (Gonzalo) Higuaín y un gran equipo", opinó. "Holanda tiene a (Robien) Van Persie y a (Arjen) Robben, que son jugadores determinantes que pueden definir un juego", añadió.
Löw, de 54 años, además consideró que la final "no será como el partido de hoy. Brasil no supo lidiar con la presión de ser local y nosotros afrontamos el juego con mucha pasión, fortaleza e inteligencia", opinó.
"No esperaba ganar por este resultado, no existe tal diferencia con Brasil pero supimos jugar con el desorden y la desesperación de ellos y además aprovechamos todos los espacios que nos dieron. Tenemos que mantener la calma, la concentración y ser serios y modestos en la final", puntualizó.
"Me imagino lo que deben estar viviendo (Luiz) Scolari y sus jugadores. Es una derrota muy dolorosa que les va a costar aceptar y digerir, pero no le damos más importancia de la que tiene. Sólo ganamos una semifinal y nada más", enfatizó.
Löw, por último, reveló que "nunca perdieron la noción de la realidad, más allá de la diferencia en el marcador" y destacó el record de Miroslav Klose, quien se convirtió en el máximo goleador en la historia de los Mundiales, de Toni Kroos y del resto de su equipo, que jugó un encuentro "perfecto".
"Jugamos un partido extraordinario, estoy satisfecho por eso y ahora vamos por la final", concluyó.