Según investigaciones de la American Heart Association, realizadas en EEUU y España, la mayoría de las personas que han sufrido un ataque cardíaco evitan mantener relaciones sexuales ya que consideran, sin fundamentos reales, que aumentan los riesgos de volver a sufrir un nuevo accidente.
Esto no es así siempre y cuando el paciente haya sido estabilizado; de hecho tener sexo pueder ofrecer beneficios no sólo al cuerpo sino también a la mente, aportando actividad física y aumentando el autoestima y la seguridad en si mismo.
De cualquier modo la decisión debe ser tomada en conjunto con el médico a cargo, quien se encargará de determinar si la salud del paciente es la adecuada y si su corazón se encuentra estable. La asociación antes citada menciona algunos puntos a tener en cuenta antes de tomar la decisión: realizarse un chequeo general, mantener una rutina de actividad física regular, estudiar las posibilidades de iniciar tratamientos anticonceptivos con el médico, seguir las indicaciones del profesional a cargo y no dejar la medicación prescripta.
A esto se añade la recomendación de dejar pasar aproximadamente un mes luego del accidente para retomar la actividad, en pos de asegurar que se ha dado una estabilización.