“El teatro es un lugar de lucha”

Hoy a las 20.30 Quiroga se presenta junto a Cristian Di Carlo en la Sala Ana Frank (Maipú 230, Ciudad), con “La mueca que somos”, una adaptación de Eduardo Pavlovsky. El mimo y actor revela en esta charla todo lo que tuvo que batallar para vivir de su voc

“El teatro es un lugar de lucha”
“El teatro es un lugar de lucha”

“Muere lentamente quien no cambia de vida cuando está insatisfecho con su trabajo o su amor, quien no arriesga lo seguro por lo incierto para ir detrás de un sueño” escribía Neruda. Y es que la vida de uno de los más reconocidos actores mendocinos, Daniel Quiroga, le hace honor a la frase. Siempre arriesgando, pero con los ojos puestos en crecer y en aprender, Daniel nos cuenta un poco más de su vida.

Viajes, anécdotas, aprendizajes, vivencias, el cine, el teatro y el Flaco Suárez. La visión de un artista con más de veinte años en los escenarios mendocinos.

-Has viajado mucho y por muchos lugares...

-Sí, y de todos los viajes que he hecho me ha quedado algo. En todos he cosechado amigos y he tenido experiencias de las que he aprendido a rescatar lo positivo. Cuando uno va creciendo y madurando, va simplificando las cosas para alcanzar la plenitud. Casi todos mis viajes han sido vacaciones teatrales. He trabajado mucho afuera, pero también he disfrutado mucho. Realmente todos los lugares que he conocido han sido gracias a mi trabajo.

-Una anécdota que para vos describa eso de vivir del teatro

-Una que se me viene a la cabeza fue acá en la calle. En esa época ya había decidido vivir del teatro a full, cueste lo que cueste. Hacía teatro callejero, ya estaba casado y no teníamos un mango. Ese día no junté nada, ni una moneda, así que volví con la cara triste pintada de mimo a mi casa y le dije: 'Negra hoy no tenemos que comer'. Pero ahí está, esa resistencia de luchar por lo que uno quiere ha hecho que hoy el teatro haya crecido. Eso ha sido producto no sólo de una persona, sino de gente que apostó al teatro; uno siempre va abriendo puertas para que las cosas funcionen, nada es gratuito. Los que hoy quieren dedicarse al teatro tienen salas, tienen profesores, tienen una universidad, tienen mentes más abiertas, tienen una contención, antes no teníamos nada de eso. Por eso una cosa es vivir del teatro y otra es ser un hombre de teatro. Ese hombre es el que está comprometido políticamente y socialmente.

-En todo ese vivir del teatro ¿cuál ha sido tu obra con más y con menos público?

-Indudablemente, la que más gente ha tenido es “Educando al nene”. Es una obra que tiene veintidós años, y cada vez que la hacemos se llena la sala. Es un hecho sorprendente, que la obra mantenga tanta cantidad de público a través de los años. La que menos gente ha tenido, ya ni la recuerdo porque siempre que alguna obra no ha funcionado la descarto. He hecho trabajos que no han funcionado y los he dado vuelta completamente. Al mismo tiempo creo que soy un tipo bastante versátil, he hecho Otelo y de ahí El Show de Rosa, y así soy yo una persona de riesgos, toda mi vida he sido así. Siempre me he arriesgado y sigo arriesgando.

-¿Qué es el éxito para vos?

-El común denominador piensa que el éxito pasa por hacerse popular, pero para mí el éxito es hacer lo que vos querés y luchar por lo que vos querés. Uno tiene que estar en lugares de lucha, y no en un lugar cómodo; y el teatro es un lugar de lucha. Si estás en un lugar cómodo, no sé si sos un hombre de teatro. Y, a partir de eso, que uno tenga la oportunidad de ser una herramienta social, de ser contestatario.

-A esta altura, ¿qué te queda por aprender?

Todo. Todo me queda por aprender, por eso estoy trabajando ahora con Cristian Di Carlo. Él es mucho más joven que yo, y en la obra que presentamos esta noche hemos aprendido mucho el uno del otro. Con Cristian hemos podido lograr este equilibrio, lo cual es también un desafío. Si no me arriesgo y me quedo en la comodidad del mismo público, también estoy perdiendo al público joven.

-Siempre se habla y se sabe de tu relación con Ernesto Suárez pero, ¿cómo ha ido madurando para llegar a lo que es hoy?

-En el atrás con el Ernesto hay una relación más profesional que afectiva. Estamos bien en lo afectivo pero no mezclamos el afecto con el laburo, sino hubiera sido un caos. Gracias a eso he podido desprenderme y crecer, ser individuo. Ha sido muy difícil poder mantener firme una relación con el paso de los años, pero lo hemos logrado. Ambos nos hemos permitido hacer nuestras cosas solos. Si uno ama y quiere de verdad, tiene que dejar a la otra persona libre para que crezca.

-¿Y además del teatro? ¿Tele, cine?

-He hecho bastantes cosas en la tele, el año pasado estuvimos con “Bhiper Dumas”. El cine es otro espacio distinto y atrapante, es un juego de roles mediático, es muy bello. El teatro te da la posibilidad de ir ideando personajes, situaciones que el público va transitando con vos, el cine es una cosa totalmente distinta. El teatro es un hecho vivo, imaginate gente que se sienta a mirar otra gente en una mentira, es un hecho muy raro.

La mueca que somos

-Contame de la obra que presentás hoy...

-El Cristian me engañó, por que me dijo 'tengo esta obra, leámosla'. Nos juntamos a leerla y eran seis personajes, así que le dije 'uh buenísimo ¿y quiénes son los otros actores?'. Me respondió: 'Vos y yo'. Empezamos a hacer bosquejos y prepararla durante tres meses, y la presentamos en la Nave Cultural en el marco del Ciclo Homenaje al rock de los setenta. Lo armamos con la intención de que continúe, como son todos mis espectáculos. La obra, a pesar de ser de la década del setenta tiene una impronta muy moderna y, por supuesto, una música muy buena también.

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