Daniel Hourcade se propuso desde que llegó en 2013 al cargo de seleccionador argentino de rugby cambiar el estilo de juego de los Pumas. Debían mantener la fiereza en defensa, que siempre les había caracterizado, pero transformarse en un equipo de ataque, haciéndose con la posesión de la pelota.
Ese sistema, le dio resultado contra Irlanda, a la que vapuléo en semifinales (43-20), pero ese mismo estilo de juego precipitó su derrota en semifinales contra Australia (29-15).
Michael Cheika, seleccionador australiano, sabedor que Argentina arriesgaba, jugando la pelota con la mano en sus 22 metros, adelantó sus líneas y asfixió a sus rivales en su zona de tres cuartos, en espera de algún error.
Dos fallos de Argentina en su línea de 22 propiciaron los dos primeros tries de Australia, por lo que a los diez minutos, los Pumas ya perdían por 14-3 y el partido se les escapaba de las manos. Difícil recuperarse ante un rival así.
En el minuto 2, un pase del apertura Nicolás Sánchez a Juan Imhoff fue interceptado por Rob Simmons, que se encontró con el balón en la mano, sin nadie frente a él, a escasos metros de la línea de ingoal argentina.
Poco después, en el minuto 10, el joven wing argentino Santiago Cordero jugó rápidamente un penal con la mano en su línea de 22 metros, pero comete un knock-on, un error de principiante.
Ese error, se convirtió en scrum para Australia, que sería el origen del segundo try de los Wallabies, anotado por el wing Adam Ashley Cooper.
"Con nuestro sistema de ataque se expone más, se arriesga más y puede hacer que la defensa reciba más puntos", explicó el entrenador argentino al término de la primera fase, cuando las estadísticas mostraban que era el equipo más goleador del torneo, pero también el segundo que más recibía entre los ocho cuartofinalistas.
Fidelidad al sistema
Ayer, tras la derrota contra Australia, Hourcade afirmó que la derrota no les va a alejar de su sistema.
"Cada vez que los australianos nos hicieron puntos, el mensaje era el mismo, había que seguir haciendo lo que estábamos entrenando, siendo fieles a nuestro sistema. No lo estábamos haciendo mal, pero no nos íbamos a salir del sistema. Les dijimos a los jugadores en el entretiempo que había seguir intentando. Si hubiéramos marcado un try en algún momento la historia habría sido distinta", explicó.
"Estoy convencido de esa idea de juego de ataque y peleo a muerte, lo hice siempre. En los años 90, en Tucumán me mandaban a que entrene a Rosario, porque no hacía maul y scrum. El equipo necesitaba agregarle cosas, porque no tenía argumentos ofensivos", indicó Hourcade durante el Mundial.
El sistema ambicioso y arriesgado que propone Hourcade fue defendido por sus jugadores durante el torneo, quienes siempre mostraron su apoyo al mismo, pese a los riesgos que conlleva.
"A mí me gusta ese rugby de ataque, con el que arriesgas y con el que ganas. Prefiero morir de pie que vivir de rodillas. Eso nos gusta a nosotros como equipo, proponer, siempre con cierto recaudo, pero haciendo lo que nos gusta a todos", había señalado el tercera línea, Leonardo Senatore, durante el Mundial.
Hourcade afirmó durante el Mundial que Argentina apostaba más por el Mundial de Japón-2019 que el actual y que dentro de cuatro años, los Pumas tendrán más argumentos para luchar por el título, tras su entrada con una franquicia en el Super Rugby del Hemisferio Sur.
"Este equipo lo intentó siempre. A veces salió, aunque no siempre. Es el camino correcto, es el camino que queremos. Este partido es un aprendizaje", estimó tras la derrota contra Australia.
"El objetivo nuestro es el Mundial de 2019, donde vamos a llegar como nunca. El razonamiento, y lo que propusimos desde el inicio, es 2019", repitió Hourcade durante el torneo.