Si bien la ilusión fue perfecta, todos supimos apenas terminó que Michael Jackson no resucitó. Sucedió semanas atrás, en ocasión de la entrega de los premios Billboard: un holograma suyo cantó y bailó un tema viejo pero que resultó nuevo porque nadie lo conocía. En rigor, era uno de los cortes de “Xscape”, su nuevo álbum póstumo que rescata material inédito luego robustecido con muy buen gusto por el productor Timbaland.
En un trono pletórico de oropeles, Michael interpretó el tema “Slave to the Rhythm” y por espacio de 4,16 minutos, el tiempo de duración de la canción, se fantaseó con una reencarnación en sí mismo. ¿Para qué?, se habrá preguntado Jackson, que la lleva fantástico desde que falleció el 25 de junio de 2009. Fantástico, sin exagerar.
Para certificarlo, se puede comparar el contexto de la muerte del genio con el presente que vive su obra. Revisemos. Los juicios por pederastia, el desconcierto artístico que lo llevó a programar 50 shows en Londres y la adicción a los tranquilizantes (los detonantes de su muerte) son eclipsados hoy con un “Xscape” inspirado y con la palpable sensación de que siempre será un modelo artístico imitable y sujeto de análisis permanente para los pensadores del pop.
Con respecto al primer punto, el mainstream nos acerca respetuosos sucedáneos como Justin Timberlake, Bruno Mars, Justin Bieber y Beyonce, mientras que en un peldaño más vanguardista se puede destacar al solista The Weeknd (ver aparte). Y con respecto al segundo, el libro “Jacksonismo”, una compilación de ensayos de Mark Fischer, disecciona a Jackson en todos los niveles y sin temores. Porque del mismo modo que expresa respeto por el genio, también exhibe firmeza cuando de relevar al freak se trata.
La estadística dura también está del lado de la idea de que a Michael la muerte le sienta bien. Según un informe de la revista Forbes, los herederos del rey del pop ganaron 160 millones de dólares entre junio de 2012 y junio de 2013, mientras que Madonna, viva, facturó 123 millones en el mismo período. Un cuerpo y un cerebro atormentado, ya desaparecido; un alma brillante y despreocupada que vive de redención en redención, de renacimiento en renacimiento.
Esa parece ser la ecuación en torno a un Michael Jackson que, de 2009 a esta parte, editó dos póstumos (el ya citado "Xscape" y su flojo precedente "Michael"), un compilado ("Immortal") y una banda de sonido ("This is It", que da cuenta de los ensayos previos a la serie de 50 shows londinenses que nunca pudo ofrecer). También propuso la reedición de "Bad" por su 25° aniversario (la de "Thriller" había tenido lugar un año antes de su partida).
Queda claro, entonces, que los herederos de Michael lo mantienen más activo de lo que estaba en su ocaso, teñido de dudas y sin la más mínima confianza para estar en sintonía con los tiempos. Y aún quedan miles de descartes y demos susceptibles de ser reconstruidos desde consolas. La información sobre futuros discos se maneja con recelo en Sony, la multinacional con la que Michael había entrado en conflicto pero con la cual sus herederos arreglaron para manejarse a futuro. No obstante, se descuenta que se producirán lanzamientos en los años subsiguientes.
Pese a que este nivel de explotación en general resulta condenado, cada tanto se filtran miradas que le son funcionales. La del escritor peruano Santiago Roncagliolo es una: “Algunos han criticado la calidad técnica de ‘Xscape’. Dicen que Michael era un perfeccionista y que no habría hecho en vida un disco así. Creo que esos señores no han entendido nada”. En una columna escrita para el diario El País, de Madrid, Roncagliolo añadió: “Precisamente ahora que está muerto, Michael Jackson puede experimentar y correr riesgos que antes eran impensables. Ha conseguido su libertad”.
Discos editados desde 2009
-Xscape (2014). El segundo póstumo con material inédito. Producido por Timbaland, suena como si Michael hubiera renacido.
-Immortal (2011). Compilado editado para acompañar como soundtrack al espectáculo de Cirque du Soleil inspirado en Michael.
-Michael (2010). Arrebatado, sin cocción, desangelado. En el primer póstumo hasta se dudó de la autenticidad de la voz de Michael.
-This is it (2009). Soundtrack del documental sobre los ensayos para la serie de 50 shows en Londres. Michael no llegó a ofrecerla.