Su rostro decía todo. La tristeza era gigante. Sin embargo, fiel a su estilo,fue uno de los pocos que enfrentó los micrófonos y habló de la eliminación del Cruzado.
Su entrenador, Carlos César Sperdutti, afirmó: “Con la mano en el corazón, creo que el triunfo se merecía. Muchas veces, con eso no alcanza, por eso quedamos eliminados.
Fue complicado armar el equipo, muchos, tuvieron que jugar en posiciones no habituales, pero jugamos bien y lo fuimos a buscar. Maipú, otra vez, fue protagonista en este certamen. Siempre apuesta a estar entre los primeros.
Esta vez no se dio. Si lo quieren tomar como un fracaso, tómenlo. Yo me siento muy tranquilo y los puedo mirar a todos a la cara, porque he trabajado todo los días desde que arrancó el campeonato y la pretemporada.
Con lo que respecta al penal, lo escapa cualquiera. En definitiva, lo pateó Guerra porque hubo muchos que no lo quisieron patear. Y nada más, ya está lo escapó. Maipú mereció un poco más, no se dio y listo. Buscaremos una alternativa.
Considero que ‘los pelotu...’ que hablan siempre que los Sperdutti vivimos acá adentro, ojalá que venga otra familia y deje al club en las condiciones en las que está y en los torneos que siempre hemos estado.
Hemos sido honestos, hemos enfrentados los campeonatos con la frente bien alta. Nos toca ganar, perder o empatar, nunca nos regalaron nada. Podríamos haber clasificado, no lo clasificamos, nada más. Estoy orgulloso de dirigir al Deportivo Maipú. Este plantel no estaba para más, si lo hubiéramos estado, estaríamos clasificados".
Sebastián Carrasco: "Siento la camiseta, estoy destruido"
Se retiró con lágrimas en los ojos, es más, cuando habló con la prensa se largó a llorar. Es Sebastián Carrasco, el único jugador que se fue aplaudido por esa platea que ya perdió la paciencia.
“Estoy destruido, dejamos todo en la cancha y no pudimos quebrar la resistencia de ellos. Este momento es muy doloroso para nosotros. Queríamos y sentábamos con el ascenso.
En mi caso particular, dejé la vida en cada entrenamiento para llegar a Primera, cuando llegué seguí igual para ganarme un lugar. Cuando me tocó entrar lo mismo. Hoy, estoy destruido. No tengo consuelo. Siento la camiseta de Maipú en el corazón, soy hincha, por eso estoy dolido”.