La humillante derrota sufrida por la selección española contra Holanda (5-1), en su primer partido del Mundial de Brasil-2014, ha hecho saltar las alarmas de una posible eliminación madrugadora de un equipo que marcó una época y que podría estar en el fin de su ciclo.
España llega a este Mundial con muchos de sus símbolos en el declive de su carrera. Iker Casillas, de 32 años, lleva dos temporadas sin la confianza de sus entrenadores. Primero José Mourinho y luego Carlo Ancelotti lo colocaron como suplente en beneficio de Diego López.
Xavi Hernández, por su parte, está en entredicho en el Barcelona. Luis Enrique, el nuevo técnico del club catalán, lo espera tras el Mundial para hablar sobre su futuro. El mediocampista tiene ya 34 años, y se habla de su desorbitante oferta procedente de Qatar.
David Villa, el máximo goleador de la historia de la selección española, a sus 32 años ha decidido lanzarse al sueño americano fichando por el New York City FC, poniendo fin a su periplo en la selección.
Xabi Alonso, también de 32 años, será otro que dejará probablemente la selección española.
El delantero Fernando Torres, de 30 años, ha desaparecido de la escena internacional tras su fichaje por el Chelsea en 2011, un año después de marcar el tanto que le dio la victoria a España en la final de la Eurocopa-2008 contra Alemania.
Incluso los jugadores menos veteranos, como Sergio Busquets, Sergio Ramos, Cesc Fábregas o Andrés Iniesta no se mostraron ambiciosos contra Holanda.
“La mayoría de la gente confía en nosotros. Aceptamos las críticas, pero el 98% de la gente confía en la selección, porque se lo ha ganado durante años con trabajo e ilusión. Es una locura hablar de fin de ciclo”, señaló Sergio Ramos ayer en rueda de prensa.
Tras el empate de Holanda por medio de Robin Van Persie en el minuto 44 y el posterior 2-1 anotado por Arjen Robben en el minuto 53, puso sobre la mesa la falta de motivación de unos jugadores que se rindieron, tal vez porque ya han ganado todo y les faltan objetivos.
“No es una cuestión de condición física, el optimismo llegó a ellos con el empate y el segundo gol y a nosotros nos invadió el pesimismo”, razonó Del Bosque.
El técnico rechazó la idea de que España se viera afectada por el cansancio, pero es cierto que la temporada fue cargada en la liga y el Atlético de Madrid y el Real Madrid, con muchos internacionales españoles, fueron los últimos equipos europeos en jugar, al disputar ambos el 24 de mayo la final de la Champions League.
Un cóctel de factores se unen para explicar la debacle de la selección española: falta de motivación o de entrega de unos jugadores que han ganado todo, etapa final en la carrera de jugadores importante como Iker Casillas, Xavi Hernández o Xabi Alonso y cansancio debido a una campaña dura en que los clubes españoles disputan muchos partidos, si se tiene en cuenta que suelen en los últimos años alcanzar las finales de las competiciones europeas.
Del Bosque, conservador y agradecido a sus jugadores, no se atrevió a dar un volantazo y cambiar a algunos de los mandos de su equipo.
Si a eso se unen las lesiones de hombres importantes como Víctor Valdés, Thiago Alcántara, los recambios de Casillas, Xavi y Jesús Navas, se puede responder a muchas de las preguntas que el mundo del fútbol se hizo tras la derrota del campeón ante Holanda.