Cuatro detenidos en la prisión de la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba, fueron repatriados a Afganistán tras permanecer más de una década presos, informó hoy el departamento de Defensa norteamericano.
El Pentágono dijo que "tras un análisis minucioso" de sus antecedentes, los cuatro presos --Shawali Khan, Khi Ali Gul, Abdul Ghani y Mohammed Zahir--, todos afganos, fueron trasladados de la prisión para ser enviados a su país.
"Como resultado de ese análisis, que examinó una serie de factores, incluidos asuntos de seguridad, los seis departamentos y organismos de la fuerza especial de tareas aprobaron por unanimidad el traslado de estos hombres", agregó el Pentágono en un comunicado.
La repatriación de los cuatro afganos tiene lugar tras el envío a principios de mes de otros seis presos de Guantánamo - un palestino, un tunecino, tres sirios y un sirio libanés - a Uruguay, donde llegaron junto a sus familias en condición de refugiados e iniciaron un proceso de inclusión social.
El presidente estadounidense Barack Obama prometió cerrar la prisión de Guantánamo, creada para albergar a sospechosos de terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, antes de concluir su mandato.
"Estas repatriaciones reflejan el continuo compromiso del departamento de Defensa para el cierre del centro de detención en Guantánamo de una manera responsable", dijo Paul Lewis, enviado del Pentágono para el cierre de esta prisión.
Con estos traslados, quedan 132 detenidos en la base estadounidense, dijo el Pentágono.
Los cuatro afganos, de entre 40 y 50 años, fueron capturados en su país entre 2002 y 2003 bajo sospecha de tener nexos con los talibanes y la agrupación Al Qaida.
Un 'trato terrible'
Sin embargo, los abogados de los hombres argumentaban desde hace mucho tiempo que la evidencia contra ellos era insuficiente.
El abogado de Abdul Ghani, detenido en Kandahar en diciembre de 2002, aseguró que su cliente era un simple agricultor arrestado por estar en el lugar y momento equivocados.
"Ghani nunca debió haber sido encarcelado, y mucho menos durante una década", dijo el abogado Barry Wingard, un teniente coronel de la fuerza aérea retirado.
"Tras varios años de un trato terrible a manos de sus captores, Abdul regresa a su tierra natal tan inocente como el día en el que fue separado de su familia", añadió el letrado.
En tanto, la defensa de Shawali Khan - quien fue entregado al ejército estadounidense por sus pares afganos en noviembre de 2002 - denunció que su cliente fue enviado a Guantánamo con evidencia no corroborada y procedente de un solo informante.
En Kabul, el Alto Consejo de Paz de Afganistán, creado por el gobierno para fortalecer las relaciones con los insurgentes, celebró la liberación de los cuatro detenidos, quienes se reunirán con sus familias "en un futuro cercano", según informó este órgano.
Pero a su vez, el Consejo "demanda insistentemente que todos los prisioneros restantes sean transferidos lo antes posible", indicó en un comunicado.
El departamento de Estado dijo por su parte que estas liberaciones ayudarán a forjar lazos más estrechos con Afganistán.
"Estados Unidos espera que estas repatriaciones sean un paso adelante para fortalecer las relaciones entre ambos países", dicta un comunicado.
Obama llegó al poder hace seis años prometiendo cerrar Guantánamo, pero sus esfuerzos han sido frustrados ante una combinación de la oposición en el Congreso y la dificultad de encontrar países receptores de los prisioneros, quienes a menudo son rechazados en sus naciones bajo sospecha de estar vinculados al terrorismo.
De los 132 detenidos restantes en Guantánamo, 63 han sido declarados como "liberables" por la administración de Obama, pero 54 de ellos son yemeníes y no pueden volver a sus hogares debido a la crisis que atraviesa su país.
Al menos 15 son clasificados como detenidos de "alto valor", entre ellos el autor intelectual de los ataques de 2001, Jalid Sheij Mohamed, y el indonesio Riduan bin Isomuddi, descrito como el "Osama Bin Laden del Sureste de Asia".
La legislación estadounidense actual prohíbe el traslado a Estados Unidos de un detenido de Guantánamo para enjuiciarlo o liberarlo.
Para que este centro de detención sea cerrado, Obama deberá persuadir al Congreso de que acepte transferir a los presos a instalaciones en Estados Unidos, lo cual es poco probable según los analistas.