Maxi Salgado - Editor de Más Deportes - msalgado@losandes.com.ar
Mientras la Justicia comienza a destapar una olla -que parece que tiene muy mal olor- y cita a indagatoria a los políticos y dirigentes que algo tuvieron que ver con el Fútbol para Todos, ese plan que se mostraba como la panacea para las arcas de los clubes de fútbol y que, como está muy cerca de comprobarse, sirvió para el enriquecimiento de unos pocos; el verdadero deporte es el que está en los suburbios y es al que el Estado deberá comenzar a ponerle el ojo.
“La política deportiva está en los clubes, donde hay gestores que consiguen nuclear gente para realizar actividades y no en el fútbol que tiene que ver más con el espectáculo”, aseguró Alfredo Cornejo, gobernador de la provincia, ante la requisitoria de como se iba a encarar en su gestión el tema deportivo.
La verdad que es muy saludable que el mandatario piense de esa manera, que no se deje obnubilar por los grandes espectáculos (como ya pasó en gestiones anteriores) y que ponga especial énfasis en los dirigentes deportivos, que son los héroes o villanos silenciosos. Porque, les guste o no, son los responsables de los éxitos o fracasos de instituciones o de los deportistas.
“Que venga la Selección argentina es más un hecho turístico que deportivo para la provincia”, fue otra de las aseveraciones que dejó Cornejo sobre la mesa.
Palabras con la que adhiero totalmente. Que Messi venga a jugar un partido de fútbol a Mendoza nos deja el placer de verlo en vivo y en directo, pero ninguna acción concreta hacia el deporte de la provincia que, una vez que Messi y compañía hayan pasado, seguirá viviendo la misma realidad de todos los días.
Los últimos tiempos el deporte y la política vienen jugando una partida bastante complicada. Mientras muchos dirigentes esperan que “papá Estado” resuelva los conflictos, desde los gobiernos se pide una mayor gestión en las instituciones.
“Lo único que le interesa a los dirigentes es no pagar la policía”, dijo el gobernador visibilizando algo que es real, más allá de que soy un convencido que muchas veces se destinan más efectivos de los que realmente se necesitan simplemente porque no hay un trabajo de inteligencia concienzudo.
En el medio de esta discusión, que parece no tener fin, quedan siempre los niños y jóvenes que sólo les interesa darle rienda suelta a su felicidad -incalculable- corriendo detrás de una pelota, no importa del color o tamaño que ésta sea.
Ellos nada tienen que ver con los inadaptados que van a ver el espectáculo deportivo. Y esto es muy importante, porque hoy se lo demoniza al fútbol por la acción de los barrabravas pero no se destaca todas las historias de superación personal (que han llegado a la sociedad) a través de nuestro deporte rey.
Es fundamental entonces la propuesta para que el deporte se incluya en las escuelas, allí donde uno se forja para la vida y el trabajo futuro. Además hay un convencimiento generalizado de que educación es sólo incorporar conocimientos teóricos, cuando la realidad es que se mucho más que sólo eso. Y quizá lo que se entiende hoy por educación es lo menos importante que un individuo debería llevarse de la escuela.
Desde la Nación se dio el primer paso y la Subsecretaría de Deportes depende del Ministerio de Educación y no más a Desarrollo Social. En Mendoza quedó bajo el órbita de Salud, lo que tampoco está mal, atiende al individuo desde otra perspectiva porque una persona que hace deporte es una persona más sana.
Pero lo trascendental es que los cambios se hagan en los patios de las escuelas. Si se dice que se va a hacer deporte, se haga deporte y no educación física. Todos saben de lo que hablo. Deportes es practicar una actividad que tiene reglas determinadas y contribuye a la cohesión grupal. Actividad física es hacer algunas abdominales, aprender la vertical y algunas cosas más.
Pero esto debe ser una política de Estado y mantenerse a rajatabla, como lo fue en otra época.
Sólo con buenos cimientos se puede construir una sólido imperio y Argentina ya demostró que tiene los materiales para conseguirlo, pero suele carecer de solvencia para que ello se sostenga.
Aquí es bienvenido el plan estratégico del deporte mendocino y al que Cornejo dice que le va a dar lugar, más allá de que advierte que no puede llevarse adelante con pocos fondos, como aseguran desde otros ámbitos.
La municipalización de actividades que se está realizando en estos tiempos, por ahora va dando resultados. Sólo habrá que bregar porque esas situaciones no se corten.
Que el fútbol siga peleando la batalla por los fondos televisivos, que los deportistas federados se sigan viendo recompensados por el Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) el que pagamos todos los que tenemos celulares, pero que los chicos comiencen a tener lugares en donde puedan darle rienda suelta a su alegría.
Como decía el popular Clemente, de Caloi: “Edifiquen más potreros, más baldíos pa’ patear, es más importante un pibe que un micro diferencial”.
