¿Discriminación vendimial?

¿Discriminación vendimial?

La noticia es que el Carnaval de Gualeguaychú no elegiría más a su Reina del Turismo, designando a partir de este verano representantes culturales, invocando con esta medida la lucha contra la violencia de género. Cuesta entender esta resolución tomada por el municipio. Este Carnaval se realiza en un corsómetro donde desfilan carrozas alegóricas con bailarinas que lucen tangas con corpiños de lentejuelas haciendo juego (otras sólo se tapan los pezones o se los pintan), completando el atuendo con accesorios que dan brillo y color a los figurantes. La Reina es electa entre las distintas mujeres que representan las distintas comparsas; ello no quita que designen una representante de Turismo por su trayectoria, cultura general, conocimiento de la ciudad o actividad social. La decisión de eliminar el título de reina de belleza del Carnaval, es por ofrecer una imagen de la mujer como objeto, cosificada por la mirada social. Es una contradicción en sí por lo que expone el espectáculo y la determinación adoptada. Es todo muy confuso. Se habla de concientización en torno a la violencia contra la mujer y el rol que ocupa, no sólo en certámenes de belleza sino en la sociedad en la que se reprocha su cosificación y menosprecio. Si se quiere ser consecuente con los valores que pretende sustentar, el Carnaval no debería realizarse.

En Mendoza, en la Vendimia distrital de Colonia Segovia, resultó electa Estefanía Correa con un peso de 122 kilos y una altura de 1,62 m, que rompe con los estereotipos de belleza establecidos y pone en el tapete el tema de la discriminación y la defensa de la valoración de la mujer. Nuestra fiesta vendimial no tiene nada que ver con la elección de Miss Bumbum en Brasil ni el concurso de “colas Reef” (donde nadie recuerda las caras de las concursantes) ni el Carnaval de Gualeguaychú. Nuestra Fiesta de la Vendimia es única. Cada departamento elige sus más bellas jóvenes y todo un pueblo participa, festeja y celebra un año de trabajo de la tierra. Como todo concurso o elección deben cumplirse ciertos requisitos, siendo la que más resalta la belleza exterior (lo físico como juventud, salud corporal, sensualidad, simetría) y la interior, incluye factores de congruencia, elegancia, encanto, gracia, inteligencia, simpatía. La belleza interior es difícil de cuantificar. Se busca una imagen que se acerque al “ideal” y que se percibe como la más atractiva. Resumiendo, creo que hay un desconcierto sobre el tema. Se quiere incluir en la elección en forma forzada la cuestión de la discriminación, que no es tal. Estos deseos se pueden canalizar de otra forma, como ocurrió con la Vendimia Gay. Se murmura sobre los términos: reinado, reina que remiten a la monarquía, otros que deberían llamarse “representantes”; patrañas. Se trata sólo de una fantasía que toda jovencita mendocina sueña. En nuestra Fiesta el hombre homenajea a la mujer, la cuida, la protege, la acompaña y le dice no a toda violencia y discriminación hacia ella.

“La belleza que atrae rara vez coincide con la belleza que enamora”. José Ortega y Gasset.

Sergio Miguel Rovira
DNI 7.617.096

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