“Cuando empezaron a caer los escombros creí que era un terremoto”

Una mujer mayor y sus amigas se encontraban en el segundo departamento que fue dañado por el derrumbre. Afortunadamente resultaron ilesas.

“Cuando empezaron a caer los escombros creí que era un terremoto”

La situación continuaba delicada después del derrumbe en San José por el que murieron una mujer y su hijo. Durante el día de ayer la preocupación estuvo en rescatar los bienes personales de las víctimas que permanecían bajo los escombros, aunque quedaron muchos de otra vecina que también resultó damnificada.

El director de Defensa Civil, Oscar Pizarro, comentó que ellos habían participado en el comienzo de la operación en conjunto con el municipio. “Nosotros trabajamos apoyando a Defensa Civil de Guaymallén para recuperar los cuerpos.

La doctora del Servicio Coordinado de Emergencia que intervino afirmó que la causa de muerte fue aplastamiento. “De todas formas, será concluyente el informe del cuerpo médico forense”, definió.

Según explicó Pizarro, Defensa Civil actúa en la situación de emergencia y después deja el trabajo a la comuna local. Por eso el municipio asumió la tarea de resguardar a las familias y atender las necesidades que surgieran.

El panorama ayer en la esquina de Bandera de los Andes y Las Heras era desolador. Junto al club San José, desde lejos podía verse lo que antes había sido un techo completo y la vereda tenía varios carteles de clausurado y cintas de peligro para mantener la seguridad. A través de unas rejas se veía un pasillo que llevaba a los tres departamentos (uno de ellos deshabitado) sobre los que se derrumbó el galpón.

A la mañana,  familiares y amigos de las víctimas fatales se acercaron para retirar los bienes personales. Según contaron testigos, entraron y cargaron un camión de la Municipalidad y una camioneta Hilux con lo que rescataron.

Los familiares de Aurora Ortega, señora mayor que vivía en uno de los departamentos, también fueron para retirar sus cosas, pero debieron volver a la tarde.  Josefina González es una de las amigas de Ortega que estaba con ella en el momento del derrumbe. Se habían juntado con Amalia Olguín  para almorzar y de golpe sintieron un fuerte ruido, “como un choque de autos”, y al salir y ver la pared caída debieron quedarse al aire libre. En ese departamento, las dos habitaciones resultaron muy dañadas; también la cocina.

Otra de las protagonistas, Amalia Olguín, agradeció a sus amigas por ayudarle a salir del shock. “Fue terrible; yo tiritaba entera. Sentimos un estruendo muy fuerte y cuando empezaron a caer los escombros creí que era un terremoto. No podíamos abrir el portón de la salida y nos quedamos en el patio”, contó.

Los familiares de Ortega regresaron a las dos de la tarde para retirar los bienes de ella pero esperaron hasta las 17 para que apareciera el propietario que alquilaba los inmuebles. Allí hubo un momento de tensión ya que por un lado el hombre no permitía entrar a nadie por razones de seguridad, pero por el otro estaba el temor a que pudieran robar las pertenencias.

“Tengo todos mis bienes adentro, incluso medicamentos. Está la casa vacía, ¿pero qué hago yo? Ahora me quedo en la casa de una amiga, pero tengo todo adentro”, repetía Aurora. Finalmente, con el dueño definieron que a las 9 de hoy retirarían las pertenencias y que pedirían guardia policial para cuidar el lugar.

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