¿Un perro puede ser peligroso por su raza o por su forma de crianza? ¿Qué hacer con un animal que muerde a un miembro de la familia? El especialista en comportamiento canino y felino, Claudio Gerzovich Lis, y el reconocido médico veterinario Guillermo Di Federico, dan su opinión sobre un tema que divide aguas.
“A un cachorro hay que educarlo”, es la primera reflexión que arroja Gerzovich Lis. Para él, en la actualidad existe una “estigmatización sobre la raza de los perros, más por su genética que por su situación real”. Apoyado en su experiencia, asegura que “un perro se puede volver peligroso por muchas razones, pero en la mayoría de los casos, los humanos son los principales responsables”.
Además Gerzovich Lis asegura que “los animales pueden tener muchos problemas pero siempre dependerán del manejo y de la responsabilidad que el hombre tenga sobre él. Prohibir razas o perros nunca solucionará de base el problema”, opina este profesional con más de 30 años dedicados al entrenamiento y comportamiento de perros y gatos.
Una correcta socialización del cachorro, entre las 4 y 16 semanas de vida, es una de las claves al parecer, para evitar futuros inconvenientes, ya que en este período el animal entrará en contacto con todos los estímulos que formarán parte de su mundo habitual.
Pero, ¿por qué puede darse un comportamiento agresivo en un perro? Según los profesionales, un animal puede tener comportamiento agresivo por una infinidad de razones.
“Es necesario tener en cuenta que cuando un perro muerde es una manifestación abierta. Es en ese momento donde se requiere un diagnóstico correcto para evaluar el problema, mensurar el riesgo, la posible evolución y las medidas a implementar”, agrega Gerzovich Lis.
Por su parte, Guillermo Di Federico, sostiene que es importante la forma en la que el animal se cría y los límites que se establecen en su etapa de socialización, cuando son cachorros. Si éstos no fueron establecidos en esa etapa, existe una alta probabilidad de que tenga problemas de conducta cuando crezca.
“Es importante consultar siempre al veterinario de confianza y si es necesario, recurrir a un etólogo, especialista en conducta animal. Un problema tomado a tiempo generalmente es manejable. Hay dueños que no tienen conciencia de que tienen un perro agresivo y cuando el animal se convierte en macho adulto dominante termina siendo un problema”, expresó el profesional.
Consultado sobre la existencia de “razas peligrosas”, Di Federico contó que existen razas de defensa que tienen la tendencia a la dominancia, como el Rottweiler, Dogo Argentino y Pitbull, entre otras. Hay que tener en cuenta que el perro es un animal que vive en jauría y toma a la familia como su grupo.
“Los perros dominantes quieren ser el macho alfa, el que maneje la jauría, y por eso van peleando con la familia, para ser el número uno. Si los dueños lo pueden manejar mediante un etólogo, y siguen lo que ese especialista indique, quizás ese canino tome el lugar que debe. Si el animal empieza a mostrar su dominancia mediante un ladrido, un pequeño mordiscón, asustando al propietario y éste acata esa orden, el perro entiende que ganó el lugar. Entonces, si se lo quiere retar en ese momento el animal pelea contra quien lo retó. Hay que tratar eso desde que son cachorros”.
Sugerencias para tener en cuenta
- Educar al perro desde cachorro, siempre bajo las indicaciones del médico veterinario de confianza.
- Se recomienda el uso de pretales y correas, con el objetivo de preservar la seguridad del animal y de los seres humanos.
- El uso de bozal aumenta la seguridad. "Si el perro es equilibrado y está bien controlado por sus dueños no lo necesita usar. Sin embargo, siempre se debe acostumbrar al canino a utilizarlo", aseguró Gerzovich Lis.
Fuente: Labyes.com