“No sé qué decir. Creí en mis compañeros, creí en mis fuerzas hasta el final. Fue una verdadera batalla donde no hubo tregua y por suerte me toca festejar a mí. Sólo me quedan palabras de felicitaciones para David (Talavera) y el equipo del CEC que ha sido un digno rival y protagonismos una lucha limpia” dijo Gabriel Brizuela antes de subir al podio y recibir la malla cuadriculada que lo identifica como el líder de la clasificación general, privilegio que defiende por quinto día consecutivo.
“Más allá que en algún pasaje de la carrera David Talavera sacó diferencias nunca dudé en que podía neutralizarlo. Fue muy difícil pero no he desaprovechado la oportunidad” explicó el ganador de la Vuelta Más Argentina de Todas en los años 2004 y 2009.
“Quiero agradecerle a cada uno de mis compañeros por todo el esfuerzo que han realizado. Sin ellos, de verdad lo digo, nada de esto hubiese podido ser real.
También mi alegría va para la señora Elizabet de Yaco Competición y de manera especial a Javier Saavedra que mucho tiene que ver con este presente del equipo. Mi familia es algo hermoso, mi señora, en fin... todos. Para ellos va toda esta alegría. Ojo que aún falta. Hasta que no termine la etapa de mañana (por hoy) no cantaré victoria” dijo cauto El Lobito.
Por su parte, Ricardo Pizarro (técnico del equipo Centro Empleados de Comercio) destacó: “Estamos tristes. Nos faltó muy poco, pero hay que reconocer el gran trabajo que ha realizado nuestro rival. El momento es agridulce porque teníamos ganas de ganar la Vuelta. Alejandro Durán demostró estar en un nivel asombroso y ganó con autoridad una etapa muy exigente”.
“De haber subido al Cristo Redentor creo que hubiésemos tenido otras oportunidades, pero que va a ser. La historia está sellada y ahora habrá que seguir trabajando para seguir superándonos”.
